Darío: “A causa de los vicios mi vida se había convertido en un infierno. Cuando era chico quería imitar a personas mayores porque los veía como ídolos, ellos manejaban mucho dinero y armas, entonces, yo quería ser como ellos. A los doce años empecé a tomar alcohol, primero empecé de a poco porque me descomponía, pero luego fui consumiendo en grandes cantidades. A los trece probé la cocaína y me hice adicto, consumía todos los días.
Después empecé a consumir pastillas, ácidos y hongos, consumía toda clase de droga que me presentaban. Me había convertido en un adicto. Como no podía solventar mis vicios ni mis gastos porque el dinero que me daban en mi casa no me alcanzaba, hacía lo que fuera necesario para poder consumir, así fue como me involucré en la delincuencia. Mi vida se había transformado en un verdadero desastre, ponía mi vida en riesgo todos los días. Me tiroteé varias veces con la Policía y con otros delincuentes por ir a comprar droga, si querían robármela yo me resistía de cualquier manera.
Con el paso del tiempo consumía cada vez más, no podía parar. También estuve involucrado con el juego y con la prostitución. Una vez en medio de un tiroteo decidí dejar todo esto e hice un tratamiento de tres meses, pero no lo pude terminar y me escapé del lugar. Todo empeoró, parecía que no tenía salida.
Conocí a mi esposa, quien también tenía vicios, muchas veces consumimos drogas juntos. Los problemas y vicios de ella se sumaban a los míos. Cuando tuvimos hijos, nuestros problemas los afectaron a ellos, había momentos en los que no teníamos para comer porque gastábamos toda la plata en los vicios. Los chicos pasaron muchas necesidades.
Desde que tuvimos la oportunidad de participar del Tratamiento para la Cura de los Vicios, buscamos una salida definitiva. Comenzamos los dos a luchar para ser libres de los vicios, no fue para nada fácil ya que habíamos probado muchas cosas para cambiar y no pudimos. Pero recibimos orientación, participamos de la Hoguera Santa y, de a poco, con mucha fuerza y apoyándonos mutuamente salimos de esa vida que vivíamos. Sacamos de nuestro entorno todos los vicios. Dejamos de ser personas nerviosas y sin equilibrio, empezamos a ser felices, logramos vivir en paz. Hoy somos realmente una familia”.
Participe usted también de la reunión de la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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