Las personas ansiosas necesitan que las cosas sucedan rápidamente. Y ese deseo desenfrenado de ver la vida encaminada hace que ellas tomen decisiones precipitadas y recojan frutos negativos de las malas elecciones que hicieron.
En materia de asuntos amorosos, seguir la tendencia es un error que muchos jóvenes cometen. Si sus amigos van de pareja en pareja, usted también, sin importar si sus sentimientos son verdaderos o no. O peor aún, hace lo que todos están haciendo para conseguir a una pareja. Si usted analiza esos comportamientos, verá que en el fondo estar con uno y con otro no es lo que realmente desea para su vida.
Es momento de decidir: ¿Usted quiere conocer a muchas personas que no quieren tener nada serio o a una que quiere una relación que tenga futuro?
La ansiedad ha hecho que muchos solteros estén preocupados por no tener a nadie a su lado. Esa ansiedad hace que las personas se equivoquen. La ansiedad es un temor, un sentimiento de miedo. Cuando usted actúa siendo guiado por el miedo o a la defensiva, dependiendo de su estado emocional, esas reacciones pueden ser terribles.
Si está a la defensiva, se encierra en sí mismo y eso lo conduce a una mala elección. Se aferrará a la primera persona que aparezca y aceptará cualquier migaja de amor y atención.
El mayor problema de una persona ansiosa es que si comienza una relación, por su ansiedad, termina preocupada sobre si su pareja está traicionándola, si está con otra persona, se pregunta si esa persona realmente la ama, y así termina arruinando la relación por su estado emocional.
La solución para toda persona ansiosa es tratar su interior y eso se realiza en cada encuentro de la Terapia del Amor. Si está soltero, de novio, casado, separado, divorciado o viudo, acérquese a aprender a poner en práctica el amor inteligente todos los jueves a las 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
“La Terapia del Amor nos ayudó a ser felices”
Lucas y Daiana hoy son felices, pero para alcanzar esa felicidad, tuvieron que dedicar tiempo a cambiar su interior y prepararse para la vida en pareja.
“Mi vida sentimental era mala, estaba frustrado. Pasaba de pareja en pareja, tenía mucha tristeza y me sentía vacío. Terminaba una relación, me ponía mal, pero al poco tiempo ya estaba en pareja de vuelta. Quería llenar el vacío que sentía con mujeres.
Hoy yo reconozco que las relaciones en las que me involucré no funcionaron porque no ponía a Dios en primer lugar, nunca Lo prioricé. Yo quería una mujer perfecta, pero yo no era un hombre perfecto. Era muy mujeriego, hablaba mal, me expresaba mal, me vestía mal. Las relaciones que tuve me duraban siempre menos de un año”, cuenta Lucas.
Por su parte Daiana encontró en los encuentros de la Terapia del Amor la bendición sentimental. “Llegué depresiva, con una relación de 8 años que no funcionó. Después tuve otras relaciones, pero no funcionaban porque yo estaba mal, me sentía sola. Yo no solamente me equivoqué fuera de la iglesia, también me equivoqué adentro, aun participando de las reuniones de la Terapia; hasta que me di cuenta de que debía poner a Dios en primer lugar, así Él iba a bendecirme. Después de un año de participar de los encuentros de la Terapia del Amor corté la cadena, volví y empecé a perseverar, oír y practicar. Lo primero que hice fue curar mi interior y participar de la Hoguera Santa y Dios me bendijo”. Ellos están casados hace un año, se conocieron en la Terapia del Amor cuando estaban listos para amar y ser amados.
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