Silvana Gómez: “Mi esposo tenía vicios, era muy violento y me engañó, ante esa infidelidad estaba destrozada, entonces intenté suicidarme.
Al tiempo mi hija se enfermó de neumonía, solo le funcionaba un 5% de sus pulmones, debían trasplantarla de inmediato. Ella lloraba porque pensaba que moriría, entonces recordé una invitación que me hicieron. Luego de sacrificar en la Hoguera Santa mi hija fue sanada, mi matrimonio restaurado, compramos una casa y abrimos un negocio próspero”.
Yanina Colavino: “Mi situación era delicada, mi cuerpo estaba deteriorado por el consumo de drogas y las enfermedades, tenía gastritis y menopausia precoz, además estaba depresiva.
Me costó reconocer que necesitaba ayuda, pero comencé a participar de las reuniones de la Universal y fui cambiando. Al tiempo sacrifiqué en la Hoguera Santa. Así fui sanada y libre de los vicios, además, seguí sacrificando y mi economía cambió. Con mi esposo conquistamos una productora audiovisual”.
Roberto Santellán: “Tenía una vida limitada, mis ingresos eran generados con un reparto de pan. Por más que me esforzaba, todo estaba trabado, pero sacrifiqué en la Hoguera Santa y conquisté una panadería y confitería.
Sin embargo, mi matrimonio estaba destruido por una infidelidad por parte de mi esposa, yo intentaba recuperarla pero era en vano. No acepté esta situación y aunque me costó mucho, confié en el sacrificio en la Hoguera Santa y Dios me respondió. Hoy vivimos la fe juntos y nos amamos. Dios respondió a mis pedidos”.
Sergio Fleitas: “Estaba perdiendo a mi familia por mis adicciones y económicamente estaba mal, no tenía dinero ni para comprar calzado porque mi esposa estaba enferma y los ingresos se iban en mis adicciones y en sus remedios. Ella y una de mis hijas eran asmáticas, había que salir corriendo al hospital.
Cuando sacrifiqué en la Hoguera Santa, toda mi historia cambió. Mi esposa y mi hija fueron curadas, yo pude abrir mi propio negocio y además compré una camioneta. La Hoguera Santa funciona”.
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