Los problemas de autoestima pueden comenzar en la infancia. Un estudio reciente realizado en el Reino Unido muestra que los niños de 3 a 10 años ya muestran señales de descontento con la propia imagen. Entre las influencias, está la opinión de los padres. Por eso, es esencial que los hijos tengan estímulos positivos para construir la autoestima.
La investigación, realizada por Pacey (Professional Association for Childcare and Early Years), contó con la participación de 361 empleados de escuela y guarderías. Entre los entrevistados, aproximadamente el 30% escuchó a algunos decir que están gordos y el 10% los escucharon afirmar que son feos. Se concluyó que la televisión, los libros infantiles y, principalmente, los comentarios hechos por los padres y otros compañeros moldean la forma en la que los niños se ven.
Aunque el problema de la apariencia se destaque, no es el único factor que lleva a los niños a preguntarse sobre sí mismos. Ellos pueden avergonzarse de sus fallas o sentirse disminuidos cuando no los escuchan. La psicóloga y terapeuta familiar Elisete Costa de Melo aconseja: “La calidad de la relación entre el hijo y los padres es la que determinará el grado de autoestima de los hijos”. Entonces, enumeramos consejos de la especialista para que los padres ayuden a sus hijos.
Los padres son la referencia
La buena autoestima ayuda a tener seguridad, sentido de justicia, empatía e inteligencia emocional. Crecer en un entorno de amparo, aceptación, amor y respeto eleva la autoestima, pero el niño que sufre experiencias dolorosas en la infancia podrá tener secuelas en su desarrollo.
Señales que indican baja autoestima
La ansiedad, la agresividad, la vergüenza, la falta de interés por las actividades, el miedo excesivo de cometer un error, dificultades en el aprendizaje, problemas de comunicación y síntomas físicos debido a la somatización, tales como problemas respiratorios, baja inmunidad, reacciones alérgicas, entre otros.
Errores y aciertos
Saber lidiar con las frustraciones se relaciona con la autoestima. Este aprendizaje comienza en la infancia cuando aprendemos a ganar y a perder. Los padres pueden enseñarle a sus hijos a tener discernimiento para evaluar los hechos de la vida, ayudándolos a pensar que no siempre las cosas son como queremos, pero siempre podemos comenzar de nuevo.
Lidiando con cada etapa
Los hijos pequeños son dependientes por naturaleza, los hijos adolescentes necesitan desarrollar la autonomía, pero aún necesitan de la seguridad de los padres. Para los adultos que no alcanzaron la autonomía y la autoconfianza, el apoyo de los padres será importante, pero la tarea de desarrollar la autoestima será responsabilidad solamente de ellos mismos.
Consejos para ayudar a que los hijos tengan buena autoestima
*Escuchar de manera acogedora, ayudando al niño a expresar sus sentimientos y pensamientos, así aprenderá a no tener miedo o vergüenza.
*Estar atento y disponible para aconsejarlos sobre temas difíciles. Los niños que confían en los padres relatan las situaciones que pasan en la escuela o en otros lugares.
*Deja claro cuáles son las reglas practicadas en el hogar, los niños necesitan límites para desarrollar un sentido de seguridad.
*Hacer uso de la autoridad sin autoritarismo. Respetar la dignidad del niño, no hacer uso de la violencia, no humillar ni ridiculizar.
*Considerar las necesidades de los hijos, lo que no significa atender todos sus deseos.
*Mostrar interés por el niño, su vida social y escolar, tener disponibilidad para conversar cuando él lo pide.
*De manera respetuosa, estimular a los hijos a dar lo mejor. El niño entenderá que si se esfuerza puede aumentar su desempeño, y tendrá más motivación para superar desafíos.
*La mejor actitud es el ejemplo – cuando los padres tienen buena autoestima, son modelos de autosuficiencia y auto respeto, el niño tiene modelos reales de lo que debe aprender.
[related_posts limit=”17″]