A pesar de lo que se cree, el cáncer de piel es la forma de cáncer más común. Los dos tipos más frecuentes son el de células basales y el de células escamosas. Las personas que lo sufren lo desarrollan en la cabeza, la cara, el cuello, las manos y los brazos. El melanoma, es más peligroso, pero menos común. Aunque cualquiera es vulnerable a este tipo de cáncer, es más probable que lo desarrollen las personas que:
• Pasan mucho tiempo bajo el sol o sufrieron quemaduras por el sol
• Tienen piel, cabello y ojos claros
• Tienen un familiar con cáncer de piel
• Tienen más de 50 años de edad
Ante cualquier indicio sospechoso en la piel y cualquier cambio en el aspecto de la misma es necesario consultar con su médico. Cuando no se trata, el cáncer, puede diseminarse a otros tejidos y órganos. Los tratamientos incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia fotodinámica y terapia biológica. La terapia fotodinámica utiliza un medicamento y un tipo de luz láser para eliminar las células cancerosas. La terapia biológica aumenta la propia capacidad del cuerpo para combatir el cáncer.
El cáncer la llevó al borde de la desesperación
A Patricia Crhrestia se le vino el mundo abajo cuando descubrió que tenía cáncer de piel: “Comprobaron que era cáncer, yo tenía las manos todas cortadas, en carne viva, y el abdomen todo lastimado, al igual que la cabeza. Las manos me sangraban constantemente, me la pasaba con guantes de látex o me las vendaba.
Bañar a mis hijas o peinarlas era una tortura, no podía cuidarlas, no podía hacer nada. Me hice muchos estudios, pero nada ayudaba. Los médicos me daban un tratamiento con cremas y pastillas, pero nada daba resultado.
Es muy difícil tener las manos constantemente ensangrentadas, el dolor es horrible, la piel se abre. Mis hijas querían jugar a que me peinaban, pero el dolor era tanto que no me podían tocar, era muy frustrante, mi piel estaba muy lastimada.
Yo tengo un estudio contable y trabajar con las manos vendadas era duro. Me dijeron que no me iba a curar, que iba a vivir con esto. Tuve varios intentos de suicidio, estuve internada en clínicas psiquiátricas, hasta que encontré la salida en la Universal.
Participé de la reunión de sanidad y de la Hoguera Santa, aunque no fue fácil salí adelante, estoy sana, el cáncer desapareció de mi vida por completo, gracias a Dios”.
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