Un joven insatisfecho con un producto que compró quiere devolverlo y que le devuelvan el dinero. La empresa -un gigante en el área de la tecnología- se rehúsa a hacer eso. ¿Cuál fue su reacción? Entró en uno de los negocios de la empresa y rompió 11 smartphones y una notebook, y de las más caras.
Este caso ocurrió en Dijon, a 350 kilómetros de París, en Francia, pero no es raro escuchar casos de personas que no logran controlarse en un momento de irritación, contrariedad, decepción o cuando se sienten víctimas de injusticia. Incluso hay casos de ataques de furia que terminan en muerte.
Pero, ¿por qué para algunas personas es tan difícil mantener el autocontrol?
Domínese
Tener autocontrol no es solo evitar los excesos de rabia cuando la paciencia llega al límite, sino contenerse en diversas situaciones de la vida. En qué, cuándo y cómo habla, lo que mira, en las acciones y reacciones. Dominarse es característico de personas disciplinadas, y no es casualidad que sea uno de los frutos del Espíritu Santo.
Es una característica tan valiosa, que el sabio rey Salomón registró en sus conocidos proverbios que aquel que se domina es más importante que poderosos y conquistadores:
“Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32
No logro controlarme
El obispo Júlio Freitas explica que la razón por la que muchos no tienen dominio sobre sí mismos es la ausencia del Espíritu Santo en sus vidas, porque quien Lo tiene se controla, incluso en medio de aborrecimientos. “Quien tiene el Espíritu Santo revela naturalmente todos Sus Frutos, siendo el dominio propio uno de los más importantes. Entonces, búsquelo, pues solo Él nos da la capacidad de controlar quiénes somos y cómo reaccionamos a las circunstancias y a todo lo que nos sucede, tanto bueno, como malo”, resalta el obispo.
Entonces, busque la presencia del Espíritu Santo para su vida. Todos los miércoles y domingos, en la Universal de Almagro, Av. Corrientes 4070, se realizan reuniones para aquellos que reconocen la importancia de desarrollar una relación verdadera con Dios, o encuentre una dirección más cercana a su casa y participe.
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