La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, declaró que todo cristiano debe sentirse libre para conversar sobre su fe, independientemente del lugar dónde esté. Según ella, algunas personas se han sentido incómodas para hablar sobre la Biblia en determinados lugares, pero ese obstáculo debe ser vencido cuanto antes.
La declaración sucedió durante una sesión del Parlamento Británico, a fines de noviembre, después de que la parlamentaria Fiona Bruce le pregunte a la primera ministra sobre un informe divulgado por Equality and Human Rights Commission (órgano del Parlamento responsable de proteger y promover los derechos humanos). Según el documento, muchas personas se han sentido reprimidas al hablar sobre su fe en el trabajo. Con miedo de ofender a jefes y compañeros de trabajo de otras religiones, los cristianos evitan conversar sobre el tema, sintiéndose oprimidos.
“Las creencias religiosas tienen la protección que otras creencias no tienen. Si usted está expresando una opinión formada por sus creencias cristianas, tiene mayor protección legal que cuando está simplemente expresando su opinión sobre otro tema”, afirma el informe. “Esa es por lo tanto, una buena razón para no sentirse tímido al declarar cómo su fe forma su opinión.”
Sin embargo, a pesar de esa protección legal, en el Reino Unido son varios los casos en los que las personas pierden el empleo por expresar su fe en el lugar de trabajo.
“Estoy segura de que nosotros queremos garantizar que las personas puedan sentirse capaces de hablar sobre su fe en el trabajo”, respondió Theresa May. “Estoy feliz por recibir esta publicación y sus descubrimientos. Tenemos una tradición muy fuerte en este país de tolerancia religiosa y de tener libertad de expresión, y nuestra herencia cristiana es algo de lo que nosotros podemos enorgullecernos.”
Ejercite su derecho de hablar sobre su fe
El informe recuerda a sus lectores que, aunque la libertad de expresarse con respecto de la fe haya sido conquistada con mucho esfuerzo en el Reino Unido, no es difícil perderla. Para evitar eso, es necesario que se vuelva un hábito hablar sobre el tema, así cómo se habla de deportes o hobbies. Reservar la cuestión solo a algunos lugares y ocasiones especiales hará que sea cada vez más incómodo profesar la fe en lugares públicos.
“Como un músculo, sin ejercicio esos derechos se atrofian. Esperamos que esta investigación informe a los cristianos sobre las libertades que tenemos para hablar sobre eso, y fomentar una evangelización confiada y fructífera en todas las áreas de la vida pública. La libertad, en todos los sentidos de la palabra, depende de eso. Así que vamos a conversar”, dice el documento.
En el Reino Unido, a pesar de las persecuciones, está registrada la libertad que las personas tienen para hablar de Jesús, para difundir la Palabra que salva, pero no es así en muchas partes del mundo. Por eso, si usted también tiene esa libertad, no pierda tiempo. En este momento hay muchas personas esperando para escuchar sobre Aquel que puede transformar todo en sus vidas, entonces, abra su boca y hable.
¿Le gustó este artículo? Comparta en las redes sociales.
[related_posts limit=”17″]