La mayoría de las personas entra en peligrosas deudas porque no ponen las cuentas y los gastos económicos en la punta del lápiz, lo que es muy importante. La base de esa planificación consiste en adecuar los gastos de una familia o de un individuo a sus verdaderas necesidades e ingresos.
Y la organización económica debe partir de casa, donde todo siempre comienza y termina (a veces no muy bien) en términos de dinero. Es como si la familia fuera una pequeña empresa con un entrada fija de ingreso, que puede verse perjudicada debido a los gastos innecesarios. Es necesario administrarlo bien y no desperdiciar recursos. Además, cada miembro de la familia debe participar, porque no sirve de nada que uno economice y otro desperdicie. Hasta los niños pueden ser incluidos, para que aprendan desde temprano y hagan de esto un hábito.
El periódico Folha Universal brinda consejos muy prácticos, que pueden parecer muy sencillos (lo que es bueno), pero hacen mucha diferencia en el bolsillo a fin de mes (lo que es aún mejor).
Alimentación:
• Haga una lista de lo que realmente necesita comprar – ¡y séale fiel! Con una calculadora, sume todo lo que pone en el carrito y protéjase de las sorpresas desagradables en la caja.
• No haga compras con hambre. Cuando estamos con el estómago vacío, la tendencia es comprar más y adquirir superfluos. Realice compras después de las comidas o de una buena merienda. Parece una tontería, pero es real. Los cafecitos, meriendas y las golosinas en la calle pueden parecer baratos en el momento, pero a lo largo del mes, cuando se suma todo, puede llegar a ser una gran suma de dinero.
• No “coma con los ojos”. En casa o en restaurantes de autoservicio, ponga en el plato una cierta cantidad que usted tiene certeza que va a comer, así evita el desperdicio de comida y de dinero.
Cuentas en general:
Ajuste vencimientos de gastos fijos, como escuela, consorcio, alquiler entre otros, para fechas después de recibir su salario y evite cargos por pagos atrasados. Varias empresas ofrecen a sus clientes la posibilidad de elegir (o cambiar), el plazo de pagos.
• Energía eléctrica. Utilice lámparas LED siempre que le sea posible en los ambientes en los que la luz debe permanecer encendida por más de cuatro horas por día. El precio de las mismas está disminuyendo y, aunque parezcan más caras, el consumo de energía es de hasta un 80% más bajo que el de las comunes – lo que hace que su costo inicial sea compensado. Si se utilizan correctamente, pueden durar hasta 50 mil horas encendidas – una incandescente dura alrededor de mil horas y una fluorescente alrededor de 6 mil. Cuantas más ventanas y cortinas abiertas, más iluminación natural y menos gasto de energía tendrá durante el día. Opte también por las paredes de colores claros dentro de la casa.
• Mantenga la heladera y el freezer siempre aireados (no contra o demasiado cerca de las paredes y muebles) y lejos de fuentes de calor (cocina, luz solar, etc.). Controle el estado de la puerta de la heladera y no la deje abierta por mucho tiempo.
• Planche la mayor cantidad de ropa de una sola vez. Siga la temperatura indicada en el tipo de tela. Planche primero las que requieren menos calor, aumentándolo gradualmente a medida que sea necesario. Cuando desconecte la plancha, aproveche el calor restante para prendas livianas y pequeñas.
• Evite darse baños extensos. Una buena sugerencia para economizar es abrir la ducha, mojarse, cerrarla para enjabonarse y volver a abrirla solo para enjuagarse. Puede parecer una exageración, pero ayuda a economizar.
• Algunas personas, cuando están solas dejan la televisión encendida para que les “haga compañía”, incluso sin mirarla. Evite hacer eso. Desconecte también el cable de alimentación, porque dejarlo en stand by gasta una energía considerable a lo largo de los meses (esto también es válido para cualquier tipo de artefacto eléctrico).
• En el lavarropas, lave la mayor cantidad de ropa de una sola vez (sin exceder la capacidad del electrodoméstico).
• No deje la computadora encendida sin razón. Utilice los recursos de economía de energía que apagan el aparato después de cierto tiempo de uso.
• Verifique el cableado interno y externo de la casa constantemente para evitar accidentes y pérdida de electricidad. Si el inmueble es antiguo, lo que conviene es cambiar todos los cables, tomas, interruptores y disyuntores por la economía y la seguridad. Evite los “arreglos provisorios” a toda costa.
Teléfono:
• Realice llamadas interurbanas, internacionales y que demoran más, en horarios y días de tarifas reducidas. Consulte a su operadora. También hay varios programas y aplicaciones para la comunicación gratuita o con tarifas más económicas con audio y/o video a través de internet para computadoras y celulares.
• Algunas operadoras de telefonía fija o celular tienen planes de llamadas gratuitas o muy baratas para los usuarios de la misma empresa. Estudie la posibilidad de incluir en ellos a todos los miembros de la familia o a personas con las cuales usted conversa mucho.
Agua:
• Verifique periódicamente si no hay pérdidas en los grifos – una llave goteando o con una fuga de agua desperdicia miles de litros. En muchos casos, el arreglo es muy sencillo y sale más barato que la cuenta del agua.
• Evite lavar el piso, acera, auto y regar las plantas innecesariamente. Opte por lavarlos con balde, en vez de recurrir a la manguera. Reutilice el agua: la de la lluvia para regar las plantas y la que está enjabonada del lavarropas para lavar el piso. Si su ducha es a gas y toma un cierto tiempo para calentar el agua, utilice un balde para recoger el agua fría y resérvela para otros usos.
Gas:
• Ya sea través de caños o de garrafa, mantenga la llave de gas cerrada cuando no esté en uso – consejo de ahorro y seguridad. Siempre que el agua u otro elemento comience a hervir, baje el fuego, porque no se necesita tanto calor para mantenerlos hirviendo.
Gastos eventuales:
• Hablar de reservas de dinero (ahorro, inversiones, etc.) en momentos difíciles, cuando apenas se consigue pagar las cuentas, puede parecer una ilusión. Pero hay un buen motivo, siempre surgen gastos imprevistos – procedimientos de emergencia odontológicos, arreglos en casa o en el auto, etc. Además de ellos, hay gastos estacionales que requieren, siempre que sea posible, que se guarde algún dinero (el del aguinaldo, por ejemplo). Algunos de estos gastos pueden ser materiales escolares, matrículas, impuestos prediales o de vehículos, etc. Con una reserva, esas cuentas no se vuelven deudas.
• Compras en cuotas – Algunas tiendas ofrecen la opción de pagar en cuotas. Los intereses suelen ser más altos de los que acostumbran presentarse. Analice si realmente necesita adquirir esa modalidad y, sí lo es, busque los de menor interés. El regateo no es una vergüenza y, por menor que sea un descuento, ya es algo. Pero, siempre que sea posible, opte por comprar al contado, lo que posibilita buenos negocios.
• Asegúrese si realmente necesita utilizar la tarjeta de crédito. Déjela en casa y llévela solamente cuando necesite utilizarla. De esta manera, evita las tentaciones de la facilidad de comprar con ella.
• Al pagar el valor mínimo de la factura de la tarjeta de crédito, se cobrarán intereses en el mes siguiente sobre la cantidad financiada. Siempre que pueda, opte por el pago total.
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