Antes de concurrir a la Terapia del Amor, la vida sentimental de Yoana se encontraba destruida. En su familia había maltrato físico y verbal. Ella recuerda: «Con mi esposo estábamos atrapados en las adicciones, eso nos llevaba a tener comportamientos destructivos y una vida sentimental fracasada. Había mucho rencor y odio entre nosotros. Aunque compartíamos techo, dormíamos en camas separadas debido a la falta de comunicación y a los constantes conflictos».
«Ambos nos traicionábamos y alimentábamos un ciclo de sufrimiento y humillación que nuestros hijos presenciaban. Vivíamos en la miseria emocional, sin poder ni siquiera mirarnos», relata.
Fue gracias a una invitación que Yoana conoció la Terapia del Amor. «Empecé a participar y a perseverar los jueves, pero no fue sencillo», asegura y agrega: «Mi esposo se oponía rotundamente a que yo asistiera y rechazaba cualquier intento de que nos uniéramos en esta lucha conjunta. Sin embargo, yo anhelaba un cambio para mi familia, porque veía cómo se desmoronaba frente a mis ojos».
A pesar de las dificultades, ella perseveró en la búsqueda espiritual y el cambio llegó. «Mi vida experimentó una transformación completa, gracias a Dios. Hoy, mi matrimonio está lleno de bendiciones. Mi esposo, después de un tiempo, se unió a mí para luchar por nuestra relación. Nos casamos en el altar de Dios y ahora participamos juntos de las reuniones. Hoy tenemos una familia unida y fortalecida».
Ellos asisten a la Iglesia Universal ubicada en Juan M. de Rosas 2419, José L. Suárez.
Participe de la Terapia del Amor, con la bendición de la familia, los jueves a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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