La foto al lado se hizo viral en las redes sociales.
Publicada el 26 de diciembre, fue compartida miles de veces, tanto en Twitter como en Facebook, y tuvo miles de ‘Me gusta’.
La imagen muestra a un niño internado en una camilla de hospital recibiendo lecciones de su profesor. El niño de la foto está haciendo un tratamiento contra el cáncer y el muchacho que le enseña a través del vidrio es docente de la escuela que él frecuenta. Más que simplemente cumplir su obligación en el salón de clases o pedirle a algún compañero de clases que le transmitiera la lección al alumno, el propio profesor se dirige al hospital todos los días para enseñarle.
Ese comportamiento va al encuentro de la enseñanza bíblica en Colosenses 3:23, que orienta: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”.
De acuerdo con la Palabra de Dios, los hombres serán recompensados en la misma proporción con la que se dedican. Sin embargo, muchas veces las personas solo hacen lo que tienen que hacer: el alumno que se saca una nota suficiente para pasar de año, el médico que apenas examina al paciente, el cónyuge que no se preocupa por la casa, entre tantos otros ejemplos.
Todas esas personas piensan en su propia comodidad al hacer “lo más fácil”, dejando de honrar a Dios en sus actitudes.
En su blog personal, el obispo Edir Macedo explica que el siervo bueno y fiel tiene la obligación de corresponder las expectativas de su Señor. “No puede haber excusas”.
Y Sus expectativas están descritas en Su Palabra:
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él.” (Colosenses 3:17)
El obispo explica que, si tenemos el mismo Espíritu del Señor Jesús, tenemos que hacer la diferencia en este mundo. “Donde coloquemos la planta de nuestros pies será nuestro, y el Nombre de nuestro Señor será glorificado”.
En 2017, recuerde poner a Dios en cada una de sus actitudes. “Es imposible que un hombre lleno del Espíritu Santo pase por un lugar, ya sea grande o pequeño, y que no haga la diferencia, que no deje un legado para los próximos que vendrán”, concluye el obispo.
Ingrese aquí y lea la enseñanza completa del obispo Edir Macedo. Después comparta este mensaje en sus redes sociales.
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