La semana pasada, la actriz Emily Ratajkowski volvió a ver a miles de personas compartir, en internet, fotos que ella no quería que fueran públicas. Las imágenes en cuestión se realizaron después de los premios “Globo de Oro”, de la cual ella participó usando un vestido bastante escotado. Emily hizo unas poses a los fotógrafos y, según ella, por accidente, se vio la ropa íntima.
No es la primera vez que se divulgan fotos inapropiadas de la actriz. Hace algunos meses, ella publicó,también accidentalmente, un desnudo en su cuenta de Facebook. Borró el registro poco tiempo después, pero miles de personas ya lo habían compartido.
Antes de eso, a los 23 años, un gran número de fotos íntimas de Emily fueron filtradas por hackers en internet.
Luego de tantas situaciones incómodas, sería razonable que la actriz evitara ese tipo de situación, pero no es eso lo que indica su cuenta en Instagram, en la que sigue publicando fotos provocativas, incluso sin ropa.
¿Por qué exponerse?
Emily tiene derecho a vestirse y sacarse las fotos y hacer los videos que quiera, así como todos nosotros. Pero,¿realmente es necesaria esa exposición?
En su blog personal, la escritora Cristiane Cardoso, autora del libro “La Mujer V”, resalta que hay que entender la importancia de tener límites en todo en la vida. “Estamos acostumbrados a determinar límites para los niños, pero los adultos son los que más los necesitan.Aunque tengamos la libertad para elegir la programación de tv y de internet, los amigos y las formas de entretenimiento, debemos determinar la frontera de lo que es saludable de lo que no es saludable para nosotros. E, independientemente si hay alguien vigilándonos o revisando nuestros emails y mensajes, nuestra manera de vivir debe ser libre de todo lo que pueda ensuciar nuestra consciencia.”
Emily fue víctima de crímenes cuando sus fotos se filtraron sin autorización. Pero,¿y cuando ella misma se expone? La Biblia enseña “todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen” (1 Corintios 6.12).
Cristiane señala que, al contrario de lo que dice el dicho, no todo lo que es lindo se debe exhibir sin reservas. En el Universo, por ejemplo, hay millones de cosas que jamás veremos, y eso es lo que lo convierte en un misterio tan bello.
“Sea educada con su propio cuerpo y con su privacidad”, recomienda Cristiane. “No todo el mundo necesita conocer su dormitorio, su baño, verla en la cama acostada, ver su panza expuesta (incluso si hay bebé allí adentro), el escote, su parte trasera empinada. ¿Para qué exponerse tanto? Si quiere exponer algo, exponga cuando usted tenga algo para exponer que valga la pena. Su cariño por su familia, sus pensamientos inspiradores, sus momentos de realización y conquista, su fe, su rutina que inspira, un look que va a inspirar a sus amigas, una actividad provechosa que va a incentivar a otros, una sonrisa para alegrar el día de alguien.”
Líbrese del mal comportamiento antes de que eso le traiga perjuicios.
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