Algunas mujeres viven comparándose con otras y se sienten menospreciadas si ven que sus vidas no son perfectas, como las que ve en la televisión. Algunas creen que sus maridos tienen que comportarse como príncipes azules. Lo que puede causar este comportamiento es una insatisfacción personal o la falta de sabiduría para lidiar con influencias negativas. Comparar de vez en cuando es algo común, pero no es normal cuando se vuelve algo constante.
Leiliane Tamashiro, neuropsicóloga del Programa de Salud Mental de la Mujer de la USP, dice “No comprender las diferencias entre las personas crea el sentimiento de inferioridad o superioridad. Muchas son felices cuando consiguen ser mejores que otras y se entristecen cuando no lo logran. Quien se comporta así también compara al cónyuge y perjudica la armonía en el matrimonio”, sostiene.
Expectativas y frustraciones
La médica afirma que el principal factor que genera la manía de comparación son los medios masivos de comunicación. La ficción ayuda a distorsionar ideas sobre la vida amorosa. “La mujer comienza a hacer comparaciones para tratar de saber si su vida es tan buena como la de la otra. Ella idealiza el amor e imagina al hombre que quiere para sí. Además, interviene un factor interno, la baja autoestima que la hace sentirse aún peor”.
Comparar a su marido con otros hombres con los que convive profesionalmente, es otro error. Hay mujeres que al conocer un hombre aparentemente más inteligente que ellas se sienten incómodas. Otra situación que puede darse es cuando su actual pareja es comparada con una expareja. Eso puede hacer sentir a su marido que no está al nivel del otro. Esa actitud no va a convencerlo para que sea como usted quiere, sino que hará que se distancie de usted y lo hará cuestionar su propio valor.
Cada persona tiene su forma de ser. Es por eso que toda comparación es injusta y genera frustración a todos los que están involucrados. Para la médica, la mujer que hace eso tendrá consecuencias en su vida y en sus relaciones: “Ella entra en un padrón de desvalorización, no consigue ver nada positivo en su vida y con eso puede enfermarse física o psíquicamente. En relación a su marido, los gestos de afecto disminuirán día a día y la relación se enfriará”, completa.
Puntos positivos
No es posible que la vida real se parezca a las novelas y a las películas que vemos en televisión o en el cine.
Evitar comentarios negativos y apreciar las cualidades de su marido son actitudes esenciales. Tal vez él no escriba poesías y olvide fechas importantes, pero la hace sentir amada y respetada. Valore lo que tienen y viva su propia historia de amor.
Según Leiliane, las comparaciones son inevitable, pero para no perjudicar la relación, “la actitud más importante es cambiar. Cuando cambia su manera de pensar, el comportamiento también cambia y viceversa”, orienta.
Haga lo posible por librarse de las comparaciones y si existen cosas que necesitan cambiarse, sepa que para la transformación es más útil usar las palabras con sabiduría y amor.
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