Gabriela estuvo atrapada en los vicios durante diez años, pero pudo salir de las adicciones gracias al Tratamiento Definitivo para la Cura de los Vicios. “Desde chica comencé con los vicios porque mi familia era muy conflictiva, había mucho maltrato y a los 8 años de edad ya me medicaban por el nerviosismo, el dolor de cabeza y para dormir. Después mi familia descubrió que mi hermano consumía desde los 12 años de edad, él tuvo sobredosis, internaciones y estuvo en un instituto de menores. Fue difícil esa etapa porque me generó mucha tristeza verlo así. Él parecía un desconocido, perdido en los vicios, hizo muchos tratamientos y los profesionales le decían a mis padres que no había cura para su adicción”, cuenta ella.
Con el tiempo Gabriela comenzó a involucrarse con personas más grandes que también consumían. “Con esas personas empecé a consumir, tomé mucha cocaína desde el primer día. Como yo no era de conversar mucho, sino que era tímida, me sentía bien en ese grupo. Pasaba todos los días con ellos, consumía mucha cocaína y alcohol, y alucinaba.
En ese tiempo conocí a una persona que vendía cocaína y me fui a vivir con él. Me pasaba todo el día drogada, sin bañarme y sin dormir. Recuerdo que peleábamos siempre, él me golpeaba mucho y me era infiel. A mí no me importaba nada, yo estaba con él solo porque tenía libre acceso a la droga y al alcohol. Ya no tenía sentimientos, si él se iba con otras mujeres no me importaba.
Estuve alejada de mis padres y de mi hermano por años, él contrajo sida, estuvo internado y yo no fui a verlo porque me daba vergüenza que me vieran en el estado en que estaba”, relata.
Un día ella tuvo fuerzas para regresar a la casa de sus padres, pero en lugar de estar mejor, tuvo una crisis muy fuerte por la muerte de su hermano y su madre en poco tiempo. Su padre conoció a otra persona y se fue, entonces ella quedó sola y sin nada.
“Los vicios se acentuaron porque tenía mucha angustia, también me daba pánico salir a la calle y cuando iba a la guardia me decían que debían internarme y yo me escapaba del hospital y regresaba a mi casa a tomar.
Cuando ya no tuve dinero para comprar alcohol, bebía alcohol fino o perfume. Todo el tiempo pensaba en la muerte porque no comía, y vivía al borde de la sobredosis. Estaba entregada al vicio y sabía que los tratamientos no funcionan porque a mi hermano no lo pudieron ayudar. No tenía esperanzas, hasta intenté suicidarme en varias oportunidades. Esa fue mi vida hasta que me invitaron al Tratamiento Definitivo para la Cura de los Vicios.
Empecé a participar del Tratamiento y fui venciendo mis adicciones, pude dormir y ya no tenía necesidad de consumir. Vencí los miedos y busqué un trabajo, hoy tengo proyectos, una profesión y por sobre todo tengo ganas de vivir”, afirma sonriendo.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
Vea también: “El tratamiento funciona”
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