La vida con Dios es una vida de ofrendas y sacrificios. Cuando observamos la historia de Abel y Caín, vemos que la ofrenda de Abel fue aceptada por Dios, pero la de Caín no. La Biblia dice que Caín “se enojó en gran manera” (Génesis 4:5) debido a eso.
Sin embargo, Dios le dijo a Caín que si él hubiera “hecho lo bueno”, ciertamente, sería aceptado (Génesis 4:5-7). Vemos con esto que la calidad de nuestra ofrenda depende de nosotros mismos:
Cómo está siendo su experiencia del Ayuno de Daniel? Deje su comentario.
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