El Señor Jesús le dijo a Sus discípulos: “Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.” (Mateo 19:26)
Varios pasajes bíblicos comprueban esta verdad: el hombre puede no ser capaz de superar un obstáculo, pero, cuando Dios interfiere, se alcanza el objetivo.
Para obtener la intervención Divina, sin embargo, es necesario más que una oración “de la boca hacia afuera”. Según el obispo Edson Costa, es necesario dar todo de sí.
“¿Qué es dar todo de sí? Es no hacer las cosas por hacerlas, es que usted demuestre esfuerzo en hacerlo”, explica. “Si le dan una misión, usted debe abrazarla y dar todo de sí. Ya sea como empleado, jefe de equipo, patrón, padre, madre, hijo, instructor. Sea con lo que sea.”
Dedicarse completamente en su objetivo es cumplir la Palabra de Dios que aconseja “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” (Colosenses 3:23,24).
Eso significa que, cuando la persona, verdaderamente, cree que Dios es capaz de actuar en su vida, se entrega a la fe y enfrenta cualquier desafío.
“Una cosa es que usted asuma su fe, otra cosa es que usted de todo de sí en la fe. Una cosa es que usted vaya a Dios. Otra cosa es que usted le dé toda su vida a Dios. Así Él comienza a hacer las cosas imposibles”, afirma el obispo.
Por lo tanto, para hacer lo imposible basta, simplemente, creer que para Dios todo es posible y actuar con esa confianza. “Aprenda este principio. Aplíquelo en su vida, en su economía, en su matrimonio, en todas las áreas de su vida, que seguramente se convertirá en una persona por encima de lo común.”
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