Lindley Johnson, oficial de Defensa Planetaria de la NASA, realizó recientemente un estudio sobre asteroides que atacaron a la atmósfera terrestre entre 1988 y 2016.
La conclusión de los números fue una advertencia ante los peligros que implican la caída de un asteroide en el planeta. Se detectaron 698 caídas.
La más fuerte de ellas fue sobre Rusia, en Chelíabinsk (destacada en el mapa arriba), el 15 de febrero de 2013, hiriendo alrededor de 1500 personas.
El principal problema es que, como muestra el indicador de “Energía de Impacto” del mapa, hay asteroides que son capaces de generar una energía comparable o mayor a la bomba atómica que atacó a Hiroshima, en Japón, en 1945.
En el caso de que un asteroide de ese porte cayera sobre un gran centro urbano del planeta, las consecuencias serían inimaginables.
La Biblia y el Fin de los Tiempos
En el libro de Apocalipsis, capítulo 6, versículo 13, vemos que fenómenos naturales como la caída de asteroides puede formar parte del Fin de los Tiempos: “y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.”
La Biblia dice que “estrellas del cielo cayeron sobre la tierra”, lo que sugiere, tal vez, una posible caída de asteroides.
Vemos también que, también en el libro de Apocalipsis, un fuerte terremoto atacará a la Tierra: “En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron… ” (Apocalipsis 11:13)
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