“Lo que tiene su atención tiene su corazón”. El que lo afirma es el conferencista Renato Cardoso, creador y responsable del Proyecto Intellimen, que pretende ayudar a los hombres en el auto perfeccionamiento. Según él, el enfoque es lo que determina cómo actuará cada persona. Pero, mantenerse enfocado en lo que no es útil traerá solo resultados sin provecho.
El estudiante Ângelo Cavalcante es un ejemplo de esta lección. Siempre fue alumno de la escuela pública y aprobó el curso de ingreso para medicina en 8 universidades, inclusive en la Universidad de San Pablo (USP), donde cursará. ¿Cuál es el secreto? “Cuando estudiaba dejaba el celular lejos”, les declaró a los periodistas. “Para rendir mejor en los estudios, desactivé Facebook, cambié mi número de WhatsApp, desactivé las notificaciones y solo usaba el celular para leer mensajes de los grupos del curso.”
De esta manera, Ângelo pudo enfocarse en los estudios sin distracciones. Como resultado conseguió una vacante en el curso más concurrido de una de las mejores universidades de Brasil.
No se distraiga
“Su corazón gravita en dirección a lo que usted se enfoca. Si su atención se dirige a una cierta marca o modelo de auto, su corazón va hacia él. Y, una vez allí, su corazón le dará órdenes a su mente para obtenerlo. Dado el debido tiempo y esfuerzo, usted tendrá aquel auto”, explica Renato Cardoso. “¿Quiere rescatar el amor? Enfóquese en su matrimonio. ¿Quiere multiplicar su dinero? Enfóquese en cómo funciona. ¿Quiere sabiduría para conseguir lo que quiere? Enfóquese en Dios.”
Cualquier distracción debe ser excluida de sus pensamientos. Y en la vida con Dios es igual. Lo que no lo ayuda a crecer espiritualmente no puede ocupar espacio en su mente. Solamente de esa manera alcanzará los resultados deseados.
Y recuerde: “Lo que tiene su atención tiene su corazón. Lo que tiene su corazón controlará sus actitudes.”
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