El gobierno de Turquía está devolviendo centenas de propiedades confiscadas en los últimos 75 años a minorías cristianas y judías, en respuesta a grupos religiosos que han protestado por la discriminación de la cual son víctima sin ningún tipo de protección.
Un decreto del gobierno publicado la primera semana de este mes, ordena la devolución de los bienes que pertenecieron a griegos, armenios, o judíos y prevé el pago de una indemnización como resarcimiento a cualquier propiedad confiscada que haya sido vendida.
Las propiedades incluyen un antiguo hospital, un orfanato, edificios escolares y cementerios. La devolución de los mismos son una exigencia de la Unión Europea de una serie de procesos judiciales que también fueron promovidos contra Turquía, país de mayoría musulmana en el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.
El Gobierno de Erdogan de raíces islámicas, buscando promover las libertades religiosas, se comprometió a resolver los problemas de las minorías religiosas. En los últimos años, modificó las leyes para permitir la devolución de propiedades, pero las restricciones permanecieron y las cuestiones sobre las viviendas vendidas a terceros se dejó sin solución.
Las minorías religiosas reclaman ante el estado turco la discriminación sufrida debido al conflicto histórico que tiene con griegos y armenios a quienes buscan exterminar desde el siglo pasado. Y aunque el estado se defiende explicando que los asesinatos formaron parte de una guerra de esos años, la realidad es que pocos han sido los miembros de estas minorías a quienes permitieron ocupar cargos públicos o militares.