Isaías profetizó el juicio y la liberación de Israel y Judá. Y también puede ser considerado como el primer evangelista del Señor Jesús aquí en la Tierra.
Resulta que los buenos tiempos del reinado de David y Salomón estaban en el pasado. Con la muerte de Salomón, la tribu de Judá fue exiliada hacia el sur, mientras que Israel se quedó en el norte. Israel ya no quería tener una relación con Dios y Judá intercalaba entre reyes que hacían la voluntad del Señor y reyes que hacían su voluntad.
Por 60 años, Isaías se dedicó a incentivar la unión de las doce tribus con el Creador, pues las personas habían abandonado la fe. Él pasó por los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías.
Cuando Judá hizo lo correcto delante de Dios, todo salía bien, sin embargo, cuando “Le daba la espalda” a Dios, los períodos difíciles surgían. Pero, de todos modos, el pueblo estaba caminando a una gran crisis espiritual con el pasar del tiempo.
Isaías surgió en medio de la necesidad de advertirle al pueblo sobre la real condición de aquel momento. Sin embargo, Dios le avisó previamente que a las personas no les preocuparían las advertencias. Entonces el profeta le preguntó a Dios: ” ¿Hasta cuándo, Señor? y respondió Él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto” (Isaías 6:11)
¿Usted ha oído lo que Dios tiene para decirle?
Lamentablemente en los días de hoy, muchas personas también se encuentran en esa situación. Incluso con la vida repleta de problemas y desilusión, se niegan a oír lo que Dios tiene para decirles. Es necesario un cambio de postura.
Incluso prediciendo las adversidades que llegarían al pueblo, Isaías les destacaba a todos que el libramiento podría venir del Altísimo.
Cabe resaltar que en la actualidad las profecías de Isaías se hacen vivas, como cuando él citó el siguiente pasaje refiriéndose al Señor Jesús, que vendría a salvar a la humanidad: “En aquel tiempo el Renuevo del SEÑOR será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel. ” Isaías 4:2
Y cuando habló sobre el final de los tiempos: “Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.” (Isaías 24: 5-6)
Las profecías de Isaías nos hacen reflexionar sobre la Palabra de Dios acerca de la Salvación. ¿Cuántas veces nos hablan sobre la Salvación? ¿Sobre renunciar al mundo y vivir para Cristo? Pero hay personas que corren el riesgo de sufrir las consecuencias, así como Israel y Judá en el pasado, por no darle la debida importancia a las enseñanzas de Dios.
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