Salem Mitchell tenía un sueño desde la infancia: ser modelo. Sin embargo, todas las fotos y books enviados a agencias de publicidad, no recibían respuestas, como sucede con miles de jóvenes en todo el mundo.
De esa manera, Salem permaneció sin fama hasta que algunos de sus compañeros de la escuela decidieron hacerles bromas sobre su apariencia. “Me volví popular en las redes sociales principalmente por personas que hicieron bromas sobre mí”, le contó la joven al periódico estadounidense “The San Diego Voice”. “Tengo muchas pecas, en las cuales no veo ningún problema, pero, aparentemente, un montón de personas los vieron en ellas. Las personas suelen decir que yo me parezco a una banana, a un guepardo o que parece que tengo una enfermedad en la piel.”
Las bromas en la escuela fueron tantas que, cansada de ser motivo de risas, Salem decidió bromear consigo misma. “Si las personas se están riendo de mí, yo voy a reírme de mí misma con ellas, y voy a estar a cargo de las bromas hechas sobre mí.”
Con ese propósito, la joven publicó la foto abajo en sus redes sociales. Inmediatamente la imagen se viralizó, generando innumerables chistes y algunos elogios. Entre esos elogios, importantes marcas de moda, como Gucci, Vogue y Beyoncé, la invitaron para hacer pequeños trabajos modelando. Hasta que, en febrero, pocas semanas después de la publicación de aquella foto, ella firmó un contrato como modelo profesional de una de las más importantes agencias del mundo.
“Tú tienes que aprender a amar todas las partes de ti mismo”, enseña Salem. “Una gran manera de amarse a sí mismo es ignorar lo que otras personas dicen.”
La era del Bullying
Salem no es la única que ha sufrido críticas y ofensas debido a su apariencia. Como ella, muchas otras personas sufren por los practicantes del bullying. Son los “fanfarrones” que intimidan y hacen sufrir a personas que se diferencian de lo que algunos modelos de la sociedad exigen. Salem, por ejemplo, se diferencia por sus pecas. Otras personas se diferencian por ser más o menos delgadas, más o menos altas, usar anteojos, por ser tímidas, etc.
“La mala noticia es que los practicantes de bullying no van a terminarse, ¿está bien? Ellos van a estar en todas partes hasta que muramos”, enseña el disertante Renato Cardoso. “La buena noticia es que existe una manera de lidiar con ellos, ¿ok? Y una de las mejores maneras que yo conozco para lidiar con ellos es, antes de cualquier cosa, que sepa que ellos están allí y que usted tiene que ser fuerte y confiar en sí mismo.”
Renato explica que el arma más importante del bullying es el impacto psicológico. Al notar que alguien se ofende o se molesta ante comentarios, el bullying se enfoca en atormentar justamente a esa persona.
“Ellos utilizan palabras. Tal vez las digan en su cara. Hoy en día ellos envían mensajes desde el celular o e-mails, utilizan fotos, etc. Utilizan maneras para tratar de entrar en su cabeza. Entrar en su cabeza para hacerle sentir amedrentado, para que se sienta confundido consigo mismo, ridículo, para hacer que se sienta pequeño. Pero todo lo que ellos tienen son palabras.”
Sabiendo eso, la defensa más eficaz es la autoconfianza. Este fue el caso de Salem.
No crea que usted es aquello que los demás dicen solo porque no se encuadra en ridículos estándares de belleza. “No deje que el bullying entre en su cabeza”, concluye Renato.
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