El grupo ‘Valente de Davi’ (Valiente de David) entró en la historia de la Universal guineana. Fue en este día que el grupo, formado por cinco jóvenes integrantes de la Fuerza Joven Universal (FJU), se convirtió en el primer campeón del “Campeonato de Baile FJU del Bisáu”.
El campeonato de baile comenzó el 18 de marzo y duró una semana. Además de las coreografías, los jueces también evaluaron la vestimenta, la adaptación al estilo musical elegido y las letras de las canciones. Todos esos ítems valían para los grupos notas de 0 a 30. En total, 10 grupos de baile participaron del torneo, siendo que aproximadamente 250 jóvenes asistieron al campeonato.
Además del arte
La implicación de los participantes con la música es muy importante, después de todo, el arte tiene el poder de educar a los jóvenes. Sin embargo, más valiosa que esa relación es la relación que las personas han construido con Dios a lo largo del proceso.
El baile promueve la interacción entre los jóvenes, además del autoconocimiento. Ese proceso es guiado por la fe y tiene como intención hacer que cada uno se dé cuenta de su verdadero valor, como le sucedió a Cintia de Andrade, integrante de la FJU que participó del torneo.
“Al participar de este evento me di cuenta de que soy una persona de valor”, cuenta ella. “Yo era una persona tímida, no me comunicaba con nadie, tenía vergüenza de las personas.”
Ese bloqueo de Cintia hacía que ella se sintiera infeliz. Sin embargo, el involucrarse con la FJU la ayudó en el autodescubrimiento y en el proceso de socialización, haciéndola capaz de demostrar quién realmente es.
“Participando de ese evento yo cambié. Ahora soy comunicativa, ya no tengo vergüenza de conversar con las personas”, afirma.
Crisis entre los jóvenes
Guinea-Bisáu es un país africano que pasa por una intensa crisis económica. La capital Bisáu – donde está ubicada la sede de la Universal en el país y donde se realizó el campeonato – es el centro de los problemas causados por la falta de justicia económica en la región y, consecuentemente, los jóvenes de allí se ven constantemente en situaciones entristecedoras.
“Falta empleo, faltan escuelas de calidad. La crisis económica y política llega a un extremo, al punto de que los jóvenes quieren irse a otro país solo para estudiar y volver a su tierra con un diploma, con el fin de tener un buen empleo en el país”, explica el responsable de las actividades de la FJU del lugar, el pastor Vitor Dos Santos.
De acuerdo con él, ese pensamiento es común en la región, pero no todos tienen la oportunidad de estudiar afuera. Y, cuando pueden hacerlo, el regreso de ellos con un diploma no garantiza buenas condiciones económicas. Así, todo el esfuerzo y el sufrimiento pasado por los jóvenes pueden ser inútiles en la búsqueda de una vida mejor.
La Universal trabaja en el lugar hace 22 años, con la intención de ayudar a las personas en el fortalecimiento de la propia fe para que, utilizándola como herramienta, pueda mejorar sus vidas, en especial espiritualmente.
Felicidad completa
El grupo de la FJU, que hoy cuenta con aproximadamente 500 integrantes en el país, realiza esa misión demostrando que, para vivir por la fe en Dios, no es necesario renunciar a la alegría. Al contrario, en Dios se descubre una felicidad más completa.
“Suelo decirles a los jóvenes nuevos, que diariamente invitamos para que formen parte de la FJU y de sus actividades, que el hecho de que seamos de la Universal no impide que seamos felices”, explica el pastor Vitor. “Estamos haciendo lo que nos gusta de una forma correcta y saludable, con temor de Dios.”
Y, una vez conscientes de su propio potencial, los jóvenes pueden trabajar en construir un futuro mejor en la sociedad en la que viven.
“Ser joven es ser visionario. Ser joven es entender el valor que tenemos para el futuro de la nación. Si hoy tomamos decisiones correctas, garantizaremos un futuro mejor”, concluye el pastor.
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