Alejandro Gularte estuvo involucrado en la droga y la delincuencia, pero conoció el Tratamiento y fue libre de la adicción. Conozca su historia: “Me crié en un mundo marginado, mi padre estaba preso, para ser ‘más hombre’ a los doce años empecé a fumar. Me relacioné con gente más grande que me enseñó a robar y estuve muchos años preso. La marihuana cambió mi carácter, necesitaba consumir siempre.
Después tomé cocaína siendo que yo siempre había evitado consumirla. Cuando empecé a consumir, me hacía sentir bien. Pasaron los años y me convertí en un adicto, alucinaba, veía sombras, me perseguía, pensaba que mi esposa me engañaba, que había gente que me quería matar. Me encerraba en una habitación porque creía que había gente en mi propia casa”, recuerda.
Enceguecido, una noche en que estaba convencido de que su esposa lo engañaba tomó un arma decidido a matarla. “Sentía una voz que me decía que mi hijo no era mío. Apunté y salió un tiro, no podía creer lo que estaba haciendo, yo la veía muerta, pero en realidad no le había dado”, eso fue terrible.
El tiempo pasaba y Alejandro ya no era el mismo, su esposa no lo reconocía. Él reflexionaba sobre todo lo que había hecho, porque se acordaba, y le daba vergüenza mirar a la cara a su esposa.
“Estuve mucho tiempo preso, cuando salí me había convertido en un hombre más agresivo, tenía problemas con todo el mundo, andaba con armas y con cuchillas.
Me daba vergüenza cuando mi esposa me miraba ella siempre estuvo a mi lado, a pesar de todo siempre me acompañó. Cuando llegaba la noche hacía un esfuerzo por no drogarme, pero llegaba un momento en que escuchaba a una voz que me decía que me diera un pase y volvía a consumir. Comenzaba a perseguirme de nuevo y me encerraba en mi casa. Mi esposa dormía con mi hijo y yo me quedaba en el comedor fumando atados de cigarrillos y mirando por la cerradura. Tomaba pastillas para quedarme dormido o me iba así a la calle, andaba perdido”, recuerda.
Él conoció el Tratamiento y fue libre de las adicciones en un mes. “Encontré la fuerza que necesitaba para dejar todo, ese día salí bien y no tuve abstinencia. Mi deseo de cambiar, de ser feliz, de estar bien con mi esposa y mi hijo era tan grande que la Cura de los Vicios me sirvió muchísimo.
Estar una noche sin drogarme era lo que más quería y desde esa noche nunca más quise drogarme. Es más, comencé a salir adelante, abrí un negocio, compré mi casa, tengo un auto importado, tenemos lo que queremos gracias a que abandoné los vicios”, afirma sonriendo.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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