El pasado sábado 22 a las 17 h las mujeres participaron de una reunión especialmente pensada para ellas. Las miles de personas que estuvieron presentes recibieron un mensaje especial “En la actualidad, cada vez es más explícita la desvalorización de la mujer. Ellas luchan para salir adelante, quieren ser cabeza y ahí empiezan los problemas. La mujer no acepta ser mujer, cree que es ser débil, quiere ser más o igual que un hombre. Dios no nos creó para eso, en la sociedad las niñas están creciendo con esta mentalidad, las mujeres creen que ser mujer es ser esclava.
Dios nos hizo mujeres para mirar los detalles que el hombre no ve. En la cabeza de muchas, ser mujer es sufrir, cuando usted llega a la iglesia y escucha que la mujer debe ser sumisa a su marido, usted dice `Yo no voy a someterme a un hombre jamás´ porque no piensa que es sumisa para bendecir a su familia.
La mujer es extremista, llora por todo o quiere mandar, porque en su cabeza, si ella no manda, sufre. Dios es equilibrio, Él quiere que vivamos en equilibrio. Hay mujeres a las que sus maridos y sus hijos le tienen miedo por su carácter, ellas no saben dar amor. Cuando Dios creó la mujer Él dijo que le iba a dar al hombre una mujer idónea, ‘Y dijo el Señor Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él’, (Génesis 18-23). Idónea significa adecuada, alguien irremplazable. La mujer fue creada por Dios para ser irremplazable. Usted es la adecuada para su familia, no podría ser otra, eso es lo que tenemos que entender, es por eso que, si usted obedece a Dios, Él cambia a su marido.
Existen mujeres que a pesar de ser independiente y tener una carrera no son felices, porque no logran el equilibrio. La mujer virtuosa de la que habla la Biblia tiene un equilibrio, ella sabe de qué manera hablar y en qué momento. Hay una oportunidad de ser una mujer plena y feliz, Dios quiere que seamos la mujer que Él creó. Somos valiosas, el Señor Jesús vino al mundo a través de una mujer y cuando resucitó una mujer fue la primera que lo vio. Si nos entregamos a Él, el Espíritu Santo nos moldeará, nos hará equilibradas, sin frustración”.
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