Melanie Orrillo visitó el Templo de Salomón y logró encontrar el equilibrio que necesitaba para su vida, además, tuvo una experiencia con Dios que nunca olvidará. “Fue muy lindo ir y ver la santidad del Templo de Salomón, más allá de la belleza del lugar. Cuando llegué, sabía que no había ido solo como una turista, sino porque quería tener una experiencia con Dios. Tenía un problema de salud, un quiste en uno de los ovarios, el médico me dijo que me tenían que operar. La primera vez que pisé la explanada del Templo de Salomón, determiné mi sanidad. Cuando volví a consultar con el médico, no tenía nada. El doctor no lo podía creer y aunque me hicieron el mismo estudio tres veces no encontraron nada, había desaparecido.
En el Templo de Salomón, me di cuenta lo grandes que son los planes del Señor Jesús. Me di cuenta de que Él tiene una visión para mí, para mi vida sentimental, para mi vida económica, Él me mostró que quiere hacer mucho más de lo que ya hizo”.
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