Alrededor de 60 mil personas estuvieron presentes en la gran concentración de fe “Mi vida de nuevo”, en el Coliseum de Madagascar, en Antananarivo, capital de Madagascar (país ubicado en una isla, en África). Una hora y media antes del inicio del evento, prácticamente todos los lugares ya estaban ocupados. Muchos participaron del lado de afuera del lugar.
Inmediatamente en el comienzo, durante la apertura, hubo una presentación del grupo de teatro de la Fuerza Joven Universal (FJU) local. En seguida, la banda “Lês Adelines” también se presentó.
La reunión, que tuvo como objetivo principal hacer que las personas salieran de la dominación religiosa y comenzaran a llevar la fe viva en Jesús, fue ministrada por el pastor Miguel Mafumisse, responsable por la Universal en el país, que transmitió un mensaje de fe basado en el pasaje bíblico de Mateo 18:18-20:
“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.”
Basado en los versículos citados, el pastor les mostró a los presentes que cada uno tenía el poder de desatar de sus vidas lo que no querían. “Las personas firmes en la fe apagan el sufrimiento y encienden bendiciones.”
En la última parte de la reunión, el pastor Miguel se apoyó en el libro bíblico de Romanos 14:1, para hablar sobre los enfermos en la fe: “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.”
El pastor destacó que miles de personas se arrepintieron de sus pecados, por eso, a partir de aquella concentración, muchos comenzarían una nueva vida y serían curados de la enfermedad espiritual.
En la ocasión, todas las personas presentes también fueron invitadas a dar sus vidas en favor de salvar almas en Madagascar, y también en el mundo entero. Al final, se distribuyó el aceite bendecido.
Transformación de vidas
Centenas de personas fueron curadas durante el evento. Muchas de ellas viajaron muchos kilómetros después de escuchar en las radios y ver en la televisión a respecto de la gran concentración y fueron a buscar la transformación en sus vidas.
Fue lo que sucedió con Rakoto Ramarson, que salió de Morondava, en la costa oeste del país (a 700 kilómetros de la capital) para participar de la concentración. Hace más de un año que él tenía el habla paralizada. Además, sus movimientos estaban interrumpidos y no caminaba. Después de la oración, él fue liberado y recuperó el habla y los movimientos completamente.
Además de él, otras personas pudieron contar sus victorias. Relaivao Bacule (en la foto arriba), de 67 años, contó que durante 4 años sufrió con cataratas. Ella no podía leer y ni siquiera ver bien, pero todo el sacrificio de recorrer mil kilómetros para llegar al evento valió la pena. Ralaivao salió de la concentración de fe con la visión completamente restablecida.
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