Las vértebras de la columna están separadas por discos. Estos discos amortiguan la columna vertebral y dejan espacio entre las vértebras. Los discos permiten el movimiento entre las vértebras, lo cual permite a uno agacharse y estirarse. Cuando se produce una hernia de disco todo o parte de un disco de la columna es forzado a pasar a través de una parte debilitada del disco. Esto puede ejercer presión sobre los nervios cercanos o la médula espinal.
El disco se puede salir de su lugar (herniarse) o romperse a causa de una lesión o distensión. Cuando esto sucede, puede haber presión sobre los nervios raquídeos. Esto puede llevar a que se presente dolor, entumecimiento o debilidad.
Otros factores de riesgo pueden incluir: levantar objetos pesados; tener sobrepeso; doblar o torcer repetitivamente la espalda baja; sentarse o quedarse parado en la misma posición por muchas horas; tener un estilo de vida sedentario o tabaquismo.
“Estuve meses postrada en cama”
A Myriam López una hernia de disco le impedía llevar una vida normal, estuvo meses postrada en cama, pero cuando usó su fe, la hernia pasó a ser un mal recuerdo.
“Tuve un esguince de tobillo en la misma pierna en la que me habían realizado una operación anteriormente para eliminar una infección. Si bien hice el tratamiento médico que los doctores me indicaron, nunca mejoré. Al caminar mal, la espalda y la cintura me dolían, por lo que no podía caminar mucho.
Los dolores eran tan intensos que un día ya no pude levantarme de la cama. No había medicación que calmara mis dolores, nada me hacía efecto, eso me ponía muy mal porque no podía cuidar a mi hija que en esa época era muy chica. Estuve meses postrada, hasta que un día me vino a visitar alguien que me invitó a las reuniones de la Universal. Yo necesitaba una solución, así que hice el esfuerzo de levantarme. Ella tuvo que ayudarme para poder caminar hasta la iglesia porque yo tenía una joroba de la posición en que tenía que estar por los dolores.
Así fue como empecé a participar de las reuniones y fui libre de esos dolores que me atormentaban. La hernia que tenía se estranguló sola, mi caso fue único en un millón de personas, según los especialistas. Yo sabía que era la mano de Dios que había obrado en mí”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico,como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedrode la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
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