La Universal llegó a Madagascar, la mayor isla de África, hace dos décadas, en 1997. Las primeras reuniones se realizaban en casas, con la presencia de pocas personas. Pero no tardó mucho tiempo para que la Universal se desarrollara y consiguiera reunir cada día más personas con el mismo objetivo. “Fuimos los primeros en llevar el mensaje de liberación y cura al país”, cuenta el pastor Miguel Mafumisse, actual responsable por el trabajo de evangelización de la Universal en Madagascar.
Sin embargo, en el 2002, la iglesia comenzó a ser el blanco de las persecuciones en la región y la situación se agravó. “Las iglesias tradicionales se unieron a un candidato a la presidencia, durante las elecciones, que dijo que, si ganaba, cerraría las puertas de la Universal en Madagascar”.
El pastor Miguel recuerda que fueron tiempos difíciles. “En esa época éramos odiados por mucha gente. Nos vigilaban constantemente. Durante las reuniones, había agentes infiltrados, que siempre decían que iban a cerrar la iglesia en cuestión de días.”
Durante 2 años, del 2002 al 2004, la iglesia pasó por una situación muy difícil en Madagascar. Y lo inevitable sucedió: los templos de la Universal fueron clausurados en el país en el 2004. “En la Universal que estaba, en Tulear, la policía clausuró las puertas. En la capital Antananarivo, sucedió lo mismo, clausuraron todas las iglesias. Fue mucho tumulto. Los miembros querían protestar, pero teníamos que apaciguar al pueblo. Fuimos presos y expulsados del país”, recuerda el pastor Miguel.
Debido a los cambios políticos, fue posible conseguir una documentación para que la decisión se revalúe. Y, en agosto de 2009, la iglesia se abrió nuevamente. Por lo sucedido, la interdicción de los pastores, que tenían prohibido entrar al país, fue desecha y pudieron volver a su misión.
Una nueva historia
Aun con tantas dificultades, la Universal en Madagascar no se desanimó. Los voluntarios de la obra continuaron evangelizando y llevando la palabra de Dios a los necesitados. Actualmente, la iglesia ha inaugurado nuevos templos en toda la región, con el objetivo de despertar la fe en Jesús y transformar la vida de quien Lo busca.
“Hoy tenemos 22 iglesias en el país, y cada domingo reunimos aproximadamente a 22 mil personas durante las reuniones. Cuando hacemos eventos, recibimos miles de personas”, destaca el pastor Miguel. “Fuimos muy humillados, pero la Biblia dice que en lugar de nuestra vergüenza tendremos doble honra”.
Y es exactamente lo que viene sucediendo, con uno de los momentos más especiales de la Universal en el país registrado el 7 de mayo, en el que el evento “Mi vida de vuelta”, organizado por la Iglesia, reunió a más de 60 mil personas en el Coliseo de Madagascar, en Antananarivo. Fue el mayor evento realizado por la Universal en el país hasta hoy.
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