“Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío.” Génesis 22:7-8
La pregunta de Isaac y la respuesta de Abraham muestran el Espíritu de la Hoguera Santa.
Abraham sabía que no hacer lo que Dios le había pedido significaba volver a Harán.
Abraham sabía que Dios no echaría a perder todo lo que ya había hecho.
Abraham sabía que siempre que Dios le pedía algo, algo muy superior sucedía.
Abraham no imaginaba que hoy, después de miles de años, en casi todo el mundo, donde existe una Universal, un pueblo iría al Altar, en la misma fe en la que él fue, a dejar todo atrás, ¡sacrificar y vivir un matrimonio con Dios!