La palabra infidelidad trae a la mente muchísimas imágenes, casi siempre relacionadas a una persona que engaña a su pareja con otra. Pero, ¿es esta la única forma de infidelidad?
Para sostener la relación, ambos deben ocupar una posición importante en la vida del otro. Pero, cuando otras actividades o personas ocupan ese lugar, también puede considerarse una infidelidad, aunque no involucre lo físico.
Hay quienes le dan más prioridad a la familia o a los hijos que al cónyuge. Otros, se dedican al trabajo, o a la carrera y desplazan a la pareja del lugar que ocupaba en sus vidas.
La infidelidad suele ocurrir porque no cumplen con los votos de cuidarse el uno al otro. Así es que la relación se desgasta y en un momento, puede llegar a terminarse.
“Vivía llorando”
Arminda: “Llegué angustiada, estaba triste por los traumas que viví en el pasado. Mi último marido me maltrataba y decía palabras que eran más dolorosas que un puñal en el corazón. Eso me provocó depresión, la relación me destruyó por dentro. No podía seguir así, vivía llorando, angustiada. Otra cosa que no podía manejar, era el pensar que no iba a ser feliz. Me dejaba llevar por la voz del corazón. Hace seis meses que vengo a la Terapia del Amor, en ese tiempo vi un cambio. Aprendí a usar la fe y pude superar el trauma”.
Participe los días jueves a las 8, 10, 16 y 20h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro o vea AQUÍ donde se lleva a cabo la reunión.
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