La industria hollywoodense dejó mucho que desear. Raramente se puede disfrutar de una producción que fomente los valores y que, a su vez, nos deje una buena lección. Fue por eso por lo que el actor Cameron Arnett rechazó una oferta en Hollywood y prefirió no perder sus principios.
Cameron Arnett es reconocido por haber actuado en Star Trek: Nueva Generación y en la serie Miami Vice. En uno de los proyectos cinematográfico que recibió se le presentó un dilema: “Hollywood me dice que por ser un actor debo filmar una escena de desnudez parcial”, contó en un live de Facebook. “Tuve que elegir entre mi carrera y Jesús. Yo elegí a Jesús, pero cuando lo hice perdí todo”.
Eso pasó cuando en el momento de firmar el contrato fue informado sobre las escenas de desnudez. Arnett dijo que no lo haría por ser cristiano y le sugirieron que un doble realice las escenas.
“En aquel momento, sentí que Dios me decía ‘las personas seguirán pensando que eres tú’”, contó.
El después
Luego de aquel episodio, Arnett se alejó de Hollywood y comenzó a desempeñarse como productor y actor teatral.
Mucho tiempo después, su esposa lo convenció de regresar a las películas, pero con una visión diferente: actuar solo en contenidos que no agredieran su fe.
“Ahora tengo la oportunidad de ser yo mismo en cualquier lugar y no comprometer mis valores. Primero soy cristiano, no actor, ni pastor. Soy un hijo de Dios, un siervo de Dios. Esa es mi reivindicación a la fama”, dijo.
Hoy, Arnett es un actor consolidado y respetado. Es una prueba de que Dios no abandona a quien confía en Él.
En la Biblia
“Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.” Proverbios 1:10
Quien tiene la presencia de Dios no negocia sus principios y se mantiene firme en lo que cree correcto.
¿Cómo ha sido su postura en el día a día? ¿Se ha corrompido para cumplir sus objetivos o ha confiado en Dios, aunque tenga que perder? ¡Reflexione!