Nuevamente, una triste noticia trae a la luz el tema de suicidio entre líderes religiosos. Esta vez, el pastor Jarrid Wilson, de 30 años, que lideraba la iglesia Harvest Christian Fellowship, en California (EE. UU.), se suicidó.
Este pastor luchaba en contra de la depresión y, desafortunadamente, no logró vencerla, pese a que conocía y “amaba a Jesús”, como él mismo lo había escrito en una red social, el mismo día en el que se quitó la vida:
“Amar a Jesús no siempre cura los pensamientos de suicidio. Amar a Jesús no siempre cura la depresión. Amar a Jesús no siempre cura el trastorno de estrés postraumático. Amar a Jesús no siempre cura la ansiedad”.
La tragedia causó una conmoción entre sus amigos y compañeros de ministerio. Jarrid dejó a su esposa y a sus dos hijos pequeños. Según el responsable de su iglesia, el pastor Greg Laurie, “él amaba al Señor y tenía el corazón de un siervo. Era vibrante, positivo y siempre servía y ayudaba a los demás. Jarrid también lidió, en repetidas ocasiones, con la depresión y fue muy abierto con respecto a sus luchas. Él quería ayudar, especialmente, a aquellos que luchaban en contra de los pensamientos de suicidio. Trágicamente, Jarrid se quitó la vida”, escribió el religioso.
¿Qué está por detrás de este mal?
Todos los viernes, en la Universal, se lleva a cabo una reunión especialmente dirigida a los que sufren por los problemas del alma, incluso, la depresión. En esta reunión, la persona logra identificar lo que hay detrás de este mal que aflige su vida, participa de oraciones específicas y, efectivamente, sale con una nueva visión del asunto.
Participe, este viernes, a las 12 h, en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070, Almagro. Si usted se encuentra en otra localidad, puede buscar aquí la dirección más cercana.