Tamara tenía un temperamento fuerte. No le importaba con quién tenía que discutir para exponer lo que pensaba y, por eso, hería a las personas emocionalmente. “Yo sentía que no quería a nadie”, dice.
Su matrimonio estaba en ruinas. El ego de los dos hacía que la relación se volviera difícil y ambos eran infieles. Tamara reaccionaba con nerviosismo: se cortaba los brazos, se sacaba el pelo y se autoagredía.
Tamara conoció la Universal desde que era una niña, pero no había puesto en práctica la fe. “Conocía todo, pero no hacía nada”, comenta. Cuando decidió usar la fe, seriamente, en el Señor Jesús, su vida comenzó a cambiar. Pero, aún así, notaba que le faltaba la presencia de Dios en su interior. En el Ayuno de Daniel, se preparó durante 21 días para recibir el Espíritu Santo y, en el último día, lo recibió.
El Espíritu Santo transformó todo. Hoy en día, no discute más con su esposo. Tiene paz y amor hacia sus seres queridos.
Vea el testimonio completo:
Para saber cómo participar del Ayuno de Daniel, ingrese aquí. Acérquese al Templo de la Fe, ubicado en Av. Corrientes 4070, Almagro; o a la Universal más cercana a su domicilio.