Dios es Espíritu, entonces, qué significan los diezmos y ofrendas, si en la práctica, no tienen ninguna utilidad para Él.
Primero, los diezmos y las ofrendas materializan los sentimientos de los ofrendantes para con Dios. Segundo, los diezmos y las ofrendas sirven como testimonio final para sus ofrendantes.
El texto sagrado dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo…”, (Hebreos 11:4).
Eso significa que Abel alcanzó testimonio de que era justo y eso lo defendió de todas sus faltas. Hay dos cosas que considerar en esa ofrenda de sacrificio:
1-La ofrenda fue testimonio de defensa en la Tierra porque su corazón fue recto con Él, esto es tener una fe pura.
2-La ofrenda se convirtió en testimonio de defensa en los Cielos el día de su juzgamiento.
Caín y Abel simbolizan los dos tipos de ofrendas que han sido presentadas delante de Dios. Los diezmos muestran la fidelidad de las primicias y las ofrendas materializan la sinceridad del ofrendante. La ofrenda de Abel representa al hijo de Dios ya que Él ha sido testimonio de aquellos que se entregan incondicionalmente, si confesamos nuestros pecados Él nos perdona. En los cielos, delante de Su tribunal, las ofrendas acusarán o defenderán a sus ofrendantes.
“… he aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios…”, (Apocalipsis 3:14).
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