Yésica y Leandro participaron de la reunión de los domingos y su familia fue restaurada. Ella recuerda: “Nosotros veníamos con muchas discusiones, muchos problemas, había vicios y el matrimonio estaba destruido. En esa condición, conocimos la Iglesia”.
“Dios hizo un cambio muy grande en nuestras vidas. Se restauró la familia, ahora hay unión, respeto y, sobre todo, confianza. Nos pudimos casar y estamos más que bendecidos. Dios restauró toda nuestra vida familiar y económica. Los domingos para nosotros lo importante es venir con nuestros hijos”.
Por su parte, Leandro asegura: “Dios restauró todo ya que en nuestro matrimonio había engaños y mentiras. Ahora podemos decir que hay una solución, esa solución antes no la estábamos encontrando hasta que nos invitaron y participamos de las reuniones. Hoy estamos felices. Recomiendo que vengan, que se acerquen, que intenten, como nosotros intentamos y salió todo más que bien”.
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