Hoy en día, hay personas que tienen un trabajo, pero sus conductas demuestran que no están interesadas en lo más mínimo en cumplir con la tarea laboral: llegan tarde, no cumplen con sus responsabilidades, se distraen con cualquier cosa y no producen lo que deberían. ¿Cómo Dios los bendecirá económicamente si no cuidan lo que tienen en sus manos? ¿Cómo les dará una empresa a los que son irresponsables en sus propios trabajos?
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; más el alma de los diligentes será prosperada”. Proverbios 13:4
Vivimos en una sociedad que desea obtener los favores de los demás y quiere facilidades, pero nadie se enriquece de esta forma. Como dice la Palabra de Dios, la prosperidad les llega a los diligentes, es decir, a los que trabajan arduamente, a los proactivos y a los que se esmeran.
Fe + Diligencia: Prosperidad
Este es el cálculo eficiente para obtener las riquezas que Dios promete. No sirve de nada que solo haya fe si no hay diligencia. Ambas tienen que estar de manos tomadas para que haya prosperidad.
Si su vida está en ruinas y no logra salir adelante, participe todos los lunes de la Nación de los Vencedores, a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 o, especialmente, a las 20 h. En Av. Corrientes 4070, Almagro, y en todas las Universal del país.
A través de la fe inteligente, usted adquirirá sabiduría para emprender sus proyectos económicos.