Hemos visto a muchas personas llegando hasta nosotros con olor a alcohol, a marihuana, personas en situación de calle, con la nariz blanca de “polvo” (cocaína), semidesnudas… con la vida muy sucia. Todas encontraron las puertas abiertas, fueron liberadas, lavadas por la Sangre de Jesús y recibieron un nuevo Espíritu, no hubo rechazo ni críticas. Pero ¿por qué? Porque Dios no ve cómo ve el hombre.
“Y el Señor respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque Yo lo desecho; porque el Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón. ” 1 Samuel 16:7
En el momento en que David fue escogido por Dios, ¿cuál era su olor? Olía a hierba, a estiércol, a polvo y, especialmente, a oveja. Él vivía en el campo; no olía bien; no exhalaba un buen perfume. Pero Dios vio lo que había dentro de él.
Y así como David fue escogido para convertirse en el próximo rey de Israel, muchos también han sido escogidos para una vida nueva, transformada, y recibido el Espíritu Santo, hoy son “el buen perfume de Cristo”.
El Espíritu Santo desea realizar la misma obra en usted. No importa quién es usted o cuál es su “olor”. Venga como está. La Universal es para todos.
¡Que el Dios de la Biblia le bendiga!