Hay personas que siempre desean mantener la limpieza en su casa, ya que no toleran estar en un ambiente sucio. Y esta limpieza no se reduce únicamente a los lugares visibles, sino que se extiende a cada rincón del hogar.
Del mismo modo sucede en el campo espiritual, donde la limpieza también es un factor necesario. Vea a continuación el porqué:
¡Quite los desechos!
El corazón humano es un terreno intangible e invisible a nuestros ojos. Debido a esto, se convierte en un gran depósito de sentimientos, intenciones, pensamientos e informaciones; todo tipo de sentimiento puede acumularse en él.
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” Mateo 5:8
El término “bienaventurado” significa feliz, es decir, felices son los que buscan mantener su corazón limpio, libre de toda suciedad.
Si no hay una vigilancia constante, el corazón puede ensuciarse rápidamente con malas intenciones, envidia, rencor, malos pensamientos, entre otros. Este es el motivo por el cual un cristiano puede perder la salvación de su alma.
Por ejemplo, si observa que en su interior usted tiene un resentimiento hacia alguien, ore por esa persona o converse directamente con ella. De esta manera, evitará que la suciedad se esparza en su corazón.