Cuando en el matrimonio se descubre una traición, queda en evidencia la falta de carácter del que cometió el daño. A raíz de la infidelidad, muchas personas pierden la confianza en su pareja y se genera sufrimiento. Por eso, Dios permite el divorcio. Sin embargo, hay algunos que, a pesar del dolor, optan por luchar y restaurar la relación. Aquí hay dos sugerencias que pueden servirles de gran ayuda:
Sugerencias para los que desean salvar una relación:
*Identificar los errores preexistentes a la traición. Es importante que la pareja converse y reconozca los comportamientos que llevaron a una infidelidad.
*Resistir la tentación de tocar el tema de la traición en las conversaciones nuevamente. Enfocarse en el pasado los guiará a la separación.
El elemento fundamental
No obstante, hay un elemento que será fundamental para usted, ya sea que opte por el divorcio o desee permanecer en el matrimonio: el perdón.
Después de tanto dolor, necesitará tener la paz que el perdón le proporciona para comenzar de nuevo. Por otro lado, si desea reconstruir su relación, eso será sustancial para liberarse del peso del pasado y enfocarse en lo que vendrá.
El perdón es una decisión derivada de la razón, no del corazón. Por lo tanto, aunque sea difícil, es la mejor decisión.
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