El libro de Hechos es el libro de la acción del Espíritu Santo a través de los apóstoles, ellos eran de una forma antes del Espíritu Santo y se tornaron otros después de recibirlo.
Queda claro que, sin el Espíritu Santo, la obra en cualquier persona aún no ha comenzado. La persona todavía es un simple bosquejo de lo que Dios puede hacer en ella y a través de ella.
Por eso, el enfoque de cualquier persona, independientemente de tener otros objetivos, planes o problemas que resolver, debe ser primeramente seguir lo que el Señor Jesús determinó:
“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de Mí.” Hechos 1:4
Cuando el Señor Jesús estuvo con los discípulos, justo después de Su resurrección, DETERMINÓ que los apóstoles no se enfocaran ni se involucraran en nada que no fuese EL RECIBIMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO.
El libro de Hechos solo existió porque los apóstoles recibieron el Espíritu Santo.
Los demás hechos en su vida serán consecuencia del recibimiento del Espíritu Santo.
Por lo tanto, enfóquese en lo que el Señor Jesús determinó para los apóstoles, si funcionó para ellos, ¿por qué no funcionará para usted?