¿Cómo impacta la pandemia en la salud mental y en el bienestar de los niños? La falta de convivencia con los amigos, el distanciamiento de familiares, la interrupción de las clases presenciales y las restricciones del espacio pueden provocar en ellos dificultades psicológicas y comportamentales.
Un estudio realizado en febrero de 2020, en la provincia de Shaanxi, China, demostró que el distanciamiento social durante la pandemia llevó al 36 % de los niños y adolescentes a desarrollar una dependencia excesiva de los padres, mientras que el 32 % presentó falta de atención y el 29 % preocupación. La investigación se realizó con 320 niños y adolescentes de 3 a 18 años y se publicó en abril en la revista The Journal of Pediatrics.
Emociones
La psicopedagoga Renata Lima, explica que los cambios producidos por la pandemia pueden llevar a trastornos, si los hijos no reciben el apoyo adecuado de sus padres. “Las transformaciones de la rutina fueron tan drásticas que pueden generar ansiedad, agresividad e irritabilidad, pues el niño no sabe lidiar con eso. Él no tiene lo que se denomina ‘flexibilidad cognitiva’ para ver las cosas bajo otro ángulo y reinventarse. Por eso, los padres necesitan conducirlo en ese proceso”, dice ella, que se dedica a la orientación de padres y a la formación de profesores.
También afirma que los padres pueden ayudar al niño a nombrar sus propias emociones: “Cuando el niño aprende a reconocer, a nombrar y a lidiar con las emociones, crea un repertorio para encarar las situaciones difíciles hasta que pueda adquirir autonomía para resolverlas por sí solo. Lo ideal es hacer este entrenamiento desde los 2 o 3 años. Si el niño no aprende eso, no sabrá lidiar con las frustraciones cuando crezca”.
Renata Lima no aconseja los extremos y afirma que no sirve de nada darle al niño todo lo que quiere, tampoco dejarlo llorar desconsoladamente. “Los padres deben sustituir el comportamiento de berrinche o llanto por el diálogo, explicándole la situación. No sirve de nada ignorar al niño solamente, porque, de ese modo, él aprenderá que no puede contar con ese adulto”, aclara.
La pediatra Paula Sellan recuerda que el distanciamiento social terminó por dificultar las actividades fundamentales para el desarrollo del niño. “La rutina de los niños fue impactada y ellos no gastan la misma energía que cuando iban a la escuela o al parque. Algunos niños no duermen bien y terminan más ansiosos.”
Ella orienta a los responsables a mantener una rutina y a usar el tiempo en casa para compartir experiencias con sus hijos. “Aunque los padres estén atareados y trabajen en casa, es importante aprovechar esta oportunidad para quedarse con los hijos y construir buenos recuerdos. El niño recordará esta pandemia como un momento en el que se quedó más tiempo con sus padres y ese recuerdo bueno puede minimizar los impactos negativos que vivimos”, dice.
La psicóloga Jaqueline Oliveira Moreira les recomienda a los padres que presten mucha atención a los cambios de comportamiento de los niños y adolescentes, porque eso es una señal de que algo no está bien. “Muchos niños se sienten solos, ansiosos y eso puede llevarlos a la depresión. Otros disminuyen las preocupaciones al ingerir más golosinas. Los adolescentes podrían aislarse aún más e incluso automutilarse. Los padres deben dialogar y hacer actividades con los hijos”, dice. Además, agregó que en algunos casos es importante buscar la ayuda de un especialista.
Ella también destaca que los responsables deben tener cuidado para no descargar sus sentimientos y frustraciones en sus hijos. “Muchos adultos viven una presión psicológica muy grande, están preocupados con sus ingresos y el futuro, y terminan por descargar la ansiedad en sus hijos. Y eso, muchas veces, se transforma en agresión física y psicológica”, lamenta. Si el niño presenta enojo o irritabilidad, ella nos sugiere actividades con papeles. “Arrugar papeles, estrujar bollos de papel y hacer garabatos podrían ayudar a eliminar emociones negativas”, enseña.
Espíritu
La psicóloga y responsable del proyecto Escuela de Madres, Edineia Dutra, advierte que los padres y responsables también necesitan cuidarse. “En estos tiempos difíciles es necesario fortalecer el espíritu para soportar los momentos de angustia como este. Usted puede hacer eso con los niños de manera lúdica.