Perdonar protege el corazón. Esa fue la conclusión a la que llegó una investigación realizada por la Universidad del Sur de Florida, en Estados Unidos. De acuerdo con los resultados, las personas que perdonan tienen una mejor salud cardiovascular. Mientras que las que no lo hacen perjudican su corazón.
La investigación revela que la falta de perdón perjudica la circulación sanguínea y el funcionamiento del corazón como un todo.
“Por otro lado, el perdón parece proporcionar cardioprotección, evocando la disminución de la presión arterial pulmonar y, al mismo tiempo, mejorando la valoración de la viabilidad subendocárdica (región vulnerable que necesita una mayor oxigenación).”
Pero ¿cómo perdonar?
“Muchos no tienen la mínima idea de la importancia del perdón. Lo relacionan con algo cotidiano que el tiempo puede borrar.”
El que lo analiza es el obispo Edir Macedo. Conforme él explica, perdonar no es algo sencillo. Sin embargo, es extremadamente necesario. Tan necesario que la Biblia orienta a hacerlo.
“El perdón salva, libera, cura, transforma, en fin, identifica algo Divino. Los rencores o resentimientos alimentan el odio, la ira, la contienda y, finalmente, matan. La falta de perdón significa condenación”, relata el obispo.
La Biblia ya informaba que perdonar es la única manera de ser perdonado por Dios y de alcanzar la vida eterna, y la investigación estadounidense, a su vez, indicó que la falta de perdón también condena a la persona a la muerte terrena.
Quienes no perdonan tienen más probabilidades de sufrir infartos.
Como afirma el obispo Macedo: “El rencor es una semilla del infierno plantada en los corazones de los que no tienen a Dios”.
Su oportunidad de perdonar
Durante la transmisión del programa Palabra Amiga, el obispo Edir Macedo alertó sobre la importancia de librarse de los rencores y de cómo hacerlo:
“Usted necesita librarse de ese peso, de esa carga. Pero ¿cómo? ¡Orando por la persona! Si usted hace eso, el Espíritu de Dios cambiará su corazón a través de su esfuerzo”.
El Ayuno de Daniel es la oportunidad perfecta para todos los que quieren perdonar. Durante los 21 días, el participante tiene la oportunidad de acercarse a Dios, dedicándose más a Él y usando la fe, incluso para liberarse de los rencores del pasado.