“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. SED DE ESPÍRITU SOBRIO, ESTAD ALERTA. VUESTRO ADVERSARIO, EL DIABLO, ANDA AL ACECHO COMO LEÓN RUGIENTE, BUSCANDO A QUIEN DEVORAR.” 1 Pedro 5:6-8