“En la casa de Mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos Conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes ya saben a dónde voy, y saben también el camino que deben tomar”. Juan 14:2-4
El deseo de Dios es que todos seamos salvos. Una vez que Adán pecó, el ser humano quedó condenado, y Dios envió a Su Hijo para que tuviéramos el derecho de ser salvos e ir al Cielo.
“Después de esto, volveré para llevarlos Conmigo”
Sí mi amiga, nosotros seremos llevados personalmente por Él y estaremos junto a Él.
“… y saben también el camino que deben tomar”
¿Cuál es el camino que conduce al Cielo? El Señor Jesús. Cuando la persona valora estar en el Cielo, valora también lo que Jesús hizo por ella, busca vivir una vida correcta de acuerdo con Su Palabra.
“Pero cuando el Señor Jesús regrese, vendrá como cuando un ladrón entra en una casa a robar. En ese día, los cielos desaparecerán en medio de un ruido espantoso, las estrellas serán destruidas por el fuego, y la tierra y todo lo que hay en ella desaparecerán”. 2 Pedro 3:10
Mi amiga y mi amigo, dese cuenta, la Biblia dice que todo lo que existe desaparecerá. Hay lugares maravillosos en esta Tierra, pero van a desaparecer. Por eso el apóstol dijo:
“Ya que todo será destruido de esa manera, ustedes deben obedecer solo a Dios…” 2 Pedro 3:11
Debemos obedecerlo solo a Él mientras esperamos el Cielo nuevo y la nueva Tierra que nos prometió. Él dijo que volvería por nosotros, por los que Lo buscamos, para llevarnos a un lugar donde todo será bueno y justo.
Hay quienes que, para tener lo bueno de este mundo, pagan el precio, y eso no está mal, pero el Cielo es mejor que todo lo que existe en este mundo. El Señor Jesús ya preparó el lugar para cada uno y, a veces, hay quienes no lo valoran.
En el Cielo no habrá engaño, nuestro cuerpo será transformado, tendremos un nombre nuevo. No habrá llanto ni decepción, ni mentira, ni miedo, ni tristeza. Todo será bueno.
Por mejor que sea lo que usted tiene aquí, no se compara con lo que podrá tener en el Cielo, y además será eterno. Tendremos el privilegio de presenciar noche y día Su gloria.
A veces la persona se desanima porque no comprende lo que Dios ha hecho por ella. No comprende lo que Él preparó para que estemos junto a Él en el Cielo. Si todo esto va a desaparecer, ¿por qué luchar por esto y desechar lo que es para siempre? A veces la persona desperdicia lo que es del Cielo, no es inteligente, se va de la iglesia ante la primera dificultad.
El Señor Jesús pelea para que nuestra alma vaya al Cielo porque sabe lo glorioso que es. El apóstol no sabía cómo expresarlo, le faltaban palabras. Todo lo justo y verdadero está en el Cielo. ¿Y sabe usted qué camino debemos tomar para llegar allá? El de la verdad, el de la santidad, el camino alejado del pecado. ¡Ese es el camino que recorrió el Señor Jesús!
Dios lo quiere salvar. Él no creó el infierno para nosotros sino el Cielo y, cuando usted se entrega y busca al Espíritu Santo día tras día, el Cielo espera por usted.
“En la ciudad no vi ningún templo, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y también el Cordero. La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara”. Apocalipsis 21:22
Si usted estaba desanimándose, piense, ¡y no cambie la gloria del Cielo por nada de este mundo!
Piense en eso.
Dios le bendiga.