A pesar del frío polar que el país enfrenta y de los desafíos propios de la pandemia, las actividades sociales que realiza el grupo Universal Socioeducativo no se detienen.
Hace unos días, los líderes y voluntarios del proyecto pudieron ingresar al Centro de Contención Junín y, cumpliendo con los protocolos de sanidad vigentes, pasaron un momento con los jóvenes. Esto fue posible gracias a Dios, en primer lugar, y a los directivos de la institución.
Esa tarde fue muy especial para los presentes porque, por primera vez, muchos escucharon hablar sobre Dios y tuvieron un ejemplar de la Biblia en sus manos.
Además de hacerles compañía, los integrantes del grupo hablaron con los jóvenes, cantaron todos juntos temas musicales y les regalaron obsequios que se prepararon con mucho cariño. De esta manera, les demostraron que Dios nunca se olvidó de ellos y que cambiar de vida es posible si así lo deciden.
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