Recientemente, la actriz y cantante Jennifer Lopez, de 51 años, reveló que no lograba amarse y que llegó a buscar ayuda psicológica. “Alrededor de mis 30 años ya había muchos temas de conversación sobre amarse a sí misma y yo pensaba: ‘Yo me amo’. Pero, obviamente, hacía cosas que no parecían tener ese objetivo, y no estaba ‘amándome’, pero ni yo entendía ese concepto. Tardé en entenderlo y aún me cuesta”.
La celebridad también dijo que no lograba perdonarse por el fin de su matrimonio. “Cuando mi matrimonio terminó, no fue fácil perdonarme porque no era de esa manera que esperaba que terminen las cosas”.
Hoy ella está de novia y afirma que vive en una lucha constante para mantener el amor propio.
La verdadera autoestima
Muchas personas deben pensar: “¿Qué hace que una mujer como ella, linda, famosa, rica, tenga problemas con el amor propio?”.
La respuesta es que el amor propio no está en cosas ni en personas. Hay un gran engaño con respecto a su verdadero significado.
¿Ya se dio cuenta de que ahora, principalmente en las redes sociales, todo es una excusa para divulgar el amor propio? Se usa ese discurso a diestra y siniestra. En cualquier ocasión se escucha: “Tengo amor propio, por eso digo lo que quiero, insulto, yo soy así”.
“Sentirse bien” se convirtió en una excusa para muchas actitudes peligrosas, como consumir desordenadamente, ser egoísta, hacerse innumerables cirugías plásticas en búsqueda de perfección estética, cambiar de parejas constantemente, y otros comportamientos nocivos.
Sin embargo, las personas deben tener cuidado con ese discurso, porque vivimos entre una generación que profesa el falso amor propio. Incluso, hay un movimiento que busca promoverlo, pero, lamentablemente, en realidad es una gran estrategia de marketing.
Publicar fotos sensuales, mensajes de autoestima, tener dinero y un cuerpo escultural no garantizan ese tipo de amor. Todo lo contrario, porque, generalmente, si la persona hace eso y no recibe a cambio: los “Me gusta”, los comentarios y los nuevos seguidores, probablemente se molestará.
Vivir en función de tener el halago de los demás hace que la persona deje de ser ella misma, se vuelva dependiente de la aprobación ajena, genere dependencia emocional, pérdida de identidad e incremento de su baja autoestima.
De esta manera, en su interior, la persona cree que nadie la amará si muestra lo que realmente piensa. Sin embargo, no creer en las propias ideas y vender una imagen de lo que no se es, en realidad es un desgaste físico y emocional. Siempre habrá una tensión e inseguridad, mucha ansiedad y estrés, y esto atrae problemas de salud física, emocional, además de dificultades para relacionarse.
La felicidad es individual
Mientras que usted dependa de la aprobación de los demás, obtendrá sufrimiento y frustración. Cuando usted aprende a creer que es valioso sin necesitar los halagos de terceros, el miedo de no ser aceptado desaparece y usted se siente realizado y completo.
Por eso, mi consejo para usted que se siente inseguro interiormente, pero trasmite una imagen de “me amo y no me importa lo que piensen” es: elija construir una vida donde pueda ser usted mismo, porque vivir a merced de las opiniones es condenarse al fracaso.