Los intentos de abusos que sufrió Florencia durante su infancia hicieron que creciera con muchos traumas. Además, tenía complejos y sentía angustia. “Tenía una vida totalmente frustrada”, asegura.
A los quince años, buscando escapar de los problemas, huyó de su casa para formar una familia. Sin embargo, lo que le esperaba era más dolor. La pareja con la que convivió llegó a agredirla física y psicológicamente.
“Tenía mucho odio, resentimiento. Intenté quitarme la vida tomando pastillas y cortándome las venas, muchas veces terminé en el hospital”, cuenta.
A causa de los maltratos y los golpes que recibió reiteradas veces, escapó de su casa y se fue a vivir a la calle durante un mes. Allí, recurrió a las drogas y al alcohol.
Cuando llegó a la Universal, escuchó hablar sobre el Ayuno de Daniel y supo que era la oportunidad para tener una nueva vida. Durante los 21 días del propósito, empezó a actuar de otra manera, Le pidió a Dios que le mostrara lo que debía cambiar y buscó intensamente Su presencia.
Así fue como, al recibir el Espíritu Santo, comenzó una nueva etapa en la vida de Florencia.
A continuación, vea su testimonio.
Participe de las reuniones de la Universal y sepa cómo hacer el Ayuno de Daniel.