“Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte”. 2 Corintios 7:10
“Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: Me has castigado, y castigado fui como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, pues Tú, Señor, eres mi Dios. Porque después que me aparté, me arrepentí, y después que comprendí, me di golpes en el muslo; me avergoncé y también me humillé, porque llevaba el oprobio de mi juventud. ¿No es Efraín Mi hijo amado? ¿No es un niño encantador? Pues siempre que hablo contra él, lo recuerdo aún más; por eso Mis entrañas se conmueven por él, ciertamente tendré de él misericordia —declara el Señor”. Jeremías 31:18-20