Los dolores en la espalda son constantes en la vida de muchas personas que trabajan sentadas. A pesar de no estar relacionado directamente con el Covid-19, la pandemia aumentó este tipo de problema. El motivo es que muchas personas comenzaron a trabajar con la modalidad home office, pero no adaptaron el nuevo ambiente de trabajo ergonómicamente y terminaron sentándose de forma equivocada.
De acuerdo con un estudio realizado al inicio del aislamiento social por la Fiocruz (Fundación Oswaldo Cruz), junto con la UNICAMP (Universidad Estatal de Campinas) y la UFMG (Universidad Federal de Minas Gerais), 41 % de los entrevistados comenzaron a tener dolores en la espalda y, entre los que ya convivían con este problema de forma crónica antes de la pandemia, 54 % se quejaron de que el cuadro empeoró.
El traumatólogo Alexandre Fogaça Cristante, profesor y jefe del Grupo de Columna del IOT (Instituto de Ortopedia y Traumatología) del HCFMUSP (Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo) y presidente de la SBOT–SP (Sociedad Brasileña de Ortopedia y Traumatología – Regional de San Pablo), afirma que la mala postura genera una sobrecarga en la columna. “Esto puede provocar dolores musculares y, crónicamente, el desgaste del disco intervertebral, dejando abierta la posibilidad de que surjan hernias de disco o de que se ocasione el desgaste de las articulaciones, desencadenando, de esta manera, la artrosis o los desvíos en la columna”, alerta.
También puede generar coccidínea, que es el dolor del cóccix, la parte más distal de la columna. “Esto sucede después de algún tipo de trauma, como caer sentado o estar mucho tiempo apoyado sobre esa región. Es común en las personas que andan mucho en bicicleta, porque sentarse sobre algo muy duro aumenta las probabilidades de tener este tipo de dolor. Evitar los factores desencadenantes, hacer analgesia y kinesiología forman parte del tratamiento”, explica.
Los dolores en la espalda pueden irradiar, principalmente, hacia los miembros superiores cuando se originan en la cervical y hacia las piernas cuando se originan en la zona lumbar. “Cuando una persona trabaja sentada, debe buscar hacerlo en un asiento acolchonado y no tiene que pasar mucho tiempo en la misma posición, es decir, debe hacer una pausa cada una hora y media o dos de trabajo, levantarse y elongar regularmente.”
También es necesario organizar un ambiente mínimamente ergonómico, con una silla y una mesa de alturas compatibles. “La persona debe sentarse con la columna y la cadera apoyadas contra el respaldo, las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo o en un soporte. La pantalla de la computadora debe estar a la altura de los ojos y el teclado y el mouse a la altura de los codos flexionados. Al levantarse, se debe trabar la musculatura abdominal y hacer fuerza con las piernas”, orienta.
Estas medidas también pueden evitar otros problemas, como dolores en la cervical, en la zona dorsal o lumbar, tendinitis en los miembros superiores y problemas circulatorios. “Es fundamental practicar ejercicios dos o tres veces por semana para mejorar la tonicidad y la resistencia de los músculos, para activar la circulación y para mejorar la capacidad aeróbica. Se debe elegir una actividad deportiva acorde a la edad y a las otras enfermedades preexistentes que la persona tenga y contar con la supervisión de un profesor de educación física o un kinesiólogo”, concluye.
Si usted padece alguna enfermedad, además de realizar los tratamientos médicos correspondientes, tiene la posibilidad de participar de la Cadena de Sanidad que se lleva a cabo todos los martes y determinar la cura de todas las enfermedades.
Participe, a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cercana a usted.
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