¡Hola mis queridos amigos!
¡Que la paz de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes!
Siempre es una alegría participar en las reuniones on line y en los mensajes del obispo Edir Macedo. ¡Agradezco a Dios por orientarlo siempre, obispo, y llenarlo del Espíritu Santo y fortalecerlo en la fe!
Yo no conocía a Dios y vivía como muchos adolescentes: pensando solo en robos y hurtos. Y así viví hasta el año 2003.
Vivía de esa manera, sin saber que mi Señor y Salvador ya había preparado para mí la Salvación.
En 2003 fui sentenciado a cadena perpetua. Y allí, en la celda, llegó a mis manos un libro, en este caso, ¡la Biblia! Y entonces, leyendo la Biblia, conocí a mi Dios y Salvador Jesucristo.
En 2015, tuvimos la visita de los obreros y pastores de la Iglesia Universal. Oyendo la predicación del evangelio por parte de los pastores, nuestro Señor me tocó, y esa Palabra entró y permaneció en mi corazón.
Después de la oración, el pastor me regaló el libro “Nada que perder” del obispo Edir Macedo.
Este libro me fortaleció en la fe, orientándome y dándome visión de cómo luchar y vencer, y permanecer en el Espíritu con Nuestro Señor Jesús.
¡Fue una reunión maravillosa! Vi allí, a través de sus vidas, la entrega de los obreros, de los pastores. En el momento de la búsqueda del Espíritu Santo, ¡vi la acción de Nuestro Salvador!
Reconocí que, realmente, me faltaba la Presencia de Jesús en mi vida, la que sentí en el momento de la reunión. Dios me tocó y me llenó de Su amor y Su luz.
En 2018 me bauticé en las aguas. Inmediatamente después de mi bautismo, recibí el libro “Nada que Perder 2”, que ya quería leer hacía mucho tiempo.
Me alegré mucho porque me regalaran los libros y también la Biblia, ¡que para mí es como un guía aquí dentro de la prisión! Sus libros han sido muy útiles para mí y para toda mi vida.
Hoy soy feliz y libre. Paso el tiempo en oración y escuchando las prédicas. Yo y muchas otras personas, que todavía estamos en la cárcel, nos hemos arrepentido y tenemos un Pacto con Dios.
Esperamos la visita de ustedes ansiosamente para participar en la reunión. ¡Ustedes traen la luz, el amor en sus corazones, y vemos que Dios los ha ungido y los ha bendecido en todas partes!
Obispo Edir Macedo, incluso cumpliendo una sentencia de cadena perpetua, veo a Dios actuando a través de su ministerio y evangelización. Los pastores y obreros realizan una gran obra en las iglesias, en las calles, en las cárceles, en los orfanatos, en los hospitales.
Les pedimos que oren por nosotros, para que Dios nos bendiga, toque nuestro corazón y nos ayude a escuchar, leer y participar en las reuniones a través de internet.
¡Nosotros los amamos y vemos el amor de Cristo en ustedes! ¡Siempre estamos en oración por ustedes!
Agradecemos a Dios por esta grandiosa obra. Pues ahora vemos que el alma de cada cristiano puede ser alcanzada a través de libros y de internet.
Sergeii Subotnii / Cadena perpetua – Ucrania