En esta vida, encontramos personas semejantes a esta imagen.
Ayudamos, abrazamos, apoyamos…
Y, al final, el instinto de la “ingratitud” habla más fuerte.
“Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos…” 2 Timoteo 3: 1-2
Recuerde siempre: haga el bien sin mirar a quién.